nº7 | otras

Antropoloops

antropoloops-2-S

Imaginaos que pudiéramos abrir una ventana y escuchar una grabación de flamenco de 1952 realizada por Alan Lomax en una cueva del Sacromonte, y de manera simultánea abrir otra ventana y escuchar un fragmento de una maravillosa grabación de 1929 de harmónica de Red Whitehead y Dutch Coleman, y que mágicamente esos dos fragmentos afinaran uno con otro, y que, encima, pudiéramos abrir otra ventana y que sonase un fragmento de percusión tradicional de Uzbekistán y otra más que nos llevara a 1968 a Sudáfrica escuchando una canción increíble de Izinthombi Zesi Manje Manje. Con estas 4 ventanas abiertas resonando armónicamente, podríamos abrir otra por la que nos fuéramos al Líbano en 1986 y oír un trozo de una versión de Jingle Bells de Fairuz, y otra ventana por la que saliera un grito de una tribu de la India que fue grabada por primera vez en 1980.

Imaginaos que toda esta música que entra por estas ventanas pudiera mezclarse manteniendo sus tonos originales y formar algo viejo y nuevo a la vez, una canción electrónica premoderna.

Antropoloops es este mecanismo de 8 ventanas por el que intento hacer sonar conjuntamente fragmentos de canciones de épocas y lugares diferentes, que nos hablan de cercanías y afinidades aleatorias más allá de fronteras espaciales y temporales.

Toda esta música que entra por estas 8 ventanas viene de internet, de amantes de la música que digitalizan y comparten vinilos descatalogados encontrados en mercadillos, de entidades sin ánimo de lucro que difunden catálogos de grabaciones de campo antropológicas… Toda esta enorme riqueza musical, todo este patrimonio cultural colectivo debería ser de dominio público, pero en muchas ocasiones no lo es. Antropoloops es un proyecto para remezclar estas músicas premodernas, y para hacerlo de manera abierta, mostrando sus orígenes y procedencias. Si os interesa, podéis escucharlo en: www.antropoloops.com

Nos apoya

Las comadres somos la comadre Vanesa y la comadre Begoña, dos amigas que nos conocemos desde hace ya varios años y que hemos tenido la suerte y oportunidad de emprender este camino juntas. Contando con que las dos tenemos una capacidad innata para relacionarnos con todo aquello que se mueve, sabíamos que teníamos que trabajar de cara al público y si estábamos sintiendo el proyecto como algo nuestro, mejor que mejor. Un proyecto que fuera una forma de vida y una apuesta por un futuro saludable y responsable. Para llevarlo a cabo y sentirlo aún más nuestro decidimos quedarnos en el barrio y así ha sido. Gracias al apoyo de familiares y amigos hemos podido “poner en pie” nuestra frutería – verdulería, un espacio que nos gustaría que lo sintierais como vuestro y que lo disfrutarais cada vez que os acerquéis. En Las Comadres no sólo queremos ofreceros productos de gran calidad, a buen precio; sino que nos gustaría aprender, intercambiar saberes y convertir nuestro local en un espacio de encuentro en el barrio.