nº59 | la pildorita

El fuego de la contracultura andaluza

Una ilustración que arde en la portada, tremendamente flamenca, nos lleva a abrir el libro Cien hogueras. Flamencos, hippies y poetas en la Andalucía contracultural, publicado este año por Piedra Papel Libros, con algo de compás ya latente. Nos prepara para lo que viene. Para empezar este ensayo, el poeta Antonio Orihuela viaja hacia lo más profundo del underground andaluz, se cuela en las fiestas que no entendían de normas, idiomas ni horarios, que daban lugar a la expresión más genuina de la cultura de nuestra tierra durante el tardofranquismo. Fiestas que atraían a personajes de todo el mundo en busca del espectáculo más primitivo y singular. Y estos encuentros sin medida se hacían en Morón de la Frontera y contaba con artistas como Diego del Gastor, Fernanda de Utrera, Juan Talega y todo el que quisiera sumarse. De ahí continua el periplo hacia el neojondismo y las primeras expresiones del movimiento jipi en Andalucía, la influencia del rocanrol, las drogas y la modernización de una sociedad que había estado aislada del resto del mundo.

Esta investigación, que hace relucir nuestra cultura más canalla, también recuerda una época de gran valor: el movimiento poético experimental de los años 70. La revista El Despeñaperro Andaluz o el programa de radio Poesía 70 fueron algunas de las expresiones colectivas que no se conformaban y que le dieron la vuelta a las palabras. Una década más tarde surge el grupo artivista La Carpeta, colectivo con un gran compromiso socio-político, provocador, que consiguió involucrar a la población en sus acciones reivindicativas por el espacio público de Granada. Todas estas historias están recogidas en un ensayo lleno de imágenes y testimonios de aquellos tiempos y aquellas gentes que no dudaron en expresarse con libertad. Cincuenta años después, las preguntas que se hace Orihuela, su miramiento y capacidad de hacer brotar amapolas, consiguen devolverle la vida a un periodo poderoso, en el que el arte quiso desatarse. Y lo consiguió.

nº58 | la pildorita

Comunidad o barbarie

Tengo entre mis manos un texto que nos propone un viaje. Una travesía que se sumerge en diversas reflexiones acerca de cómo puede —y debería— ser la alternativa política ante el horizonte de colapso inminente. Se trata del libro Nuevos comunalismos: una hipótesis política para el decrecimiento, coordinado por Adrián Almazán e Iñaki Bárcena y publicado en Ned ediciones.

Este libro es una suma de capítulos separados. Escritos en colaboración entre diferentes autores y miradas, de ahí su riqueza. Desde el campo académico al militante, narran diferentes experiencias en torno al concepto de comunidad y lo rural. No es un simple alegato de una vuelta al campo, sino que pone sobre la mesa la problemática de cómo miramos hacia los pueblos desde la ciudad. Plantean el problema de cómo el enfoque desarrollista, con su dictadura de la tecnología, ha malogrado las relaciones sociales generando un marco mental donde lo común queda relegado al cajón de los calcetines. Este libro es una apuesta por volver a crear comunidades en los territorios desde marcos anticapitalistas, que pongan la vida y la Tierra en el centro. Rehuyendo del binomio campo-ciudad y creando otras formas de habitar el territorio. Como decía Iván Illich, «Habitar era permanecer en sus propias huellas, dejar que la vida cotidiana escribiera sus articulaciones en el paisaje».

«Lamentablemente, contamos con un punto de partida extremadamente deficiente y obtuso para comprender, pero extremadamente funcional para dominar y oprimir», nos advierten Laura Arribas y Cristina Galiana en el capítulo «Ruralofobia y capitalopatriarcado en los territorios vaciados».

Nos cuesta mucho definir o adivinar cómo podrían ser esas comunidades postcapitalistas, pero, como bien dejan claro en el epílogo del libro, esto solo pretende ser una semilla que germine en un campo de esperanza ante el presente gris que nos abruma.

nº57 | la pildorita

Reinventando LA BARAJA

«La nueva baraja» es un proyecto fin de máster de la Universidad Politécnica de Valencia, un Máster de Ilustración que pude hacer en su versión online a causa de la pandemia. Yo quería hacer un trabajo donde plasmar la diversidad que tanto necesitamos mostrar, que siempre ha estado ahí, pero a la que se ha negado y robado su espacio. La baraja de cartas española me pareció el material perfecto para contraponer visiones arcaicas del mundo frente a lo que yo veo ahora, que es un mundo cada vez más feminista y diverso.

Partiendo de una baraja española heteronormativa, sin ninguna figura femenina, absolutamente blanca y símbolo de las monarquías absolutistas, he creado una reinterpretación feminista. En las cartas podremos ver figuras con diferentes tonos de piel, edades y credos. Las cartas rompen el binarismo de género con figuras trans y no binarias, entre otras. He trabajado con mimo cada detalle. Poco se ha dejado al azar e invito al jugador a reconocer las figuras que son un guiño a referentes del feminismo y del colectivo LGTB. Los palos clásicos también han sido sustituidos: He prescindido, por ejemplo, del palo oro y en su lugar he puesto el planeta tierra, como giro de mirada hacia el medio ambiente como problema central de nuestra sociedad. La mecánica del juego es exactamente la misma, pero el diseño es totalmente diferente.

Esta baraja quiere hacer honor a los cambios sociales que estamos viviendo rediseñando un juego que lleva intacto desde principios del siglo XV. Muchas veces no cuestionamos por inercia del día a día; pero yo, un viernes de tardes de juegos, me dije: ¿por qué este señor con corona, pieles y una espada? ¿Por qué no otra cosa?

Podéis ver el trabajo completo en su web, www.silviahipotensa.com, o adquirirlo en la librería Casa Tomada. Creado e ilustrado por Silvia Hipotensa.

nº56 | la pildorita

Eterna Gata Cattana

El pasado 7 de noviembre pudimos disfrutar en el seff del estreno de Eterna, el documental de Gata Cattana. En él estuvieron presentes amistades y familiares de la artista, así como sus codirectores Juanma Sayalonga y David Sáinz; un evento íntimo y muy deseado en el que culminaron los casi cinco años de preparación (pandemia de por medio).

En el documental se suceden de manera orgánica caras conocidas y anónimas, empezando por los recuerdos que tienen de ella su maestra, amistades y familia; de su infancia y adolescencia de niña inquieta y curiosa en Adamuz (Córdoba) y sus primeros pasos en el mundo del hiphop. Después nos trasladamos a Granada en una representación de esa gran porción de la juventud andaluza de pueblo quienes nos fuimos a una capital de provincia a estudiar. Allí nos muestra a la Ana quizás menos reivindicada: la poeta que frecuentaba el mundillo literario granaíno y los poetry slam.

En la etapa de la Gata en Madrid nos veo a todas las que finalmente tuvimos que migrar fuera de nuestra tierra para buscarnos la vida. Ella, como tantas otras, quería volver con los suyos, no se adaptaba a la gran ciudad, nos cuenta su hermano. Y quién lo hace. Lo dicen las Tribade: la Gata fue quinqui antes que se pusiese de moda y se reivindicase desde las izquierdas.

Eterna está despojado de sentimentalismo y lleno de respeto hacia quienes la conocieron. A pesar de ello, el público acaba con un pellizco en el estómago. Su guía, nos cuenta David Sáinz, ha sido intentar hacerlo como a Ana le hubiese gustado. «Se fue siendo pura», dice la artista Silvia Bianchi. Gata Cattana nos deja una obra universal y llena de compromiso social, que le ha abierto la puerta a futuras mcs y nos ha dado fuerza a todas las que conformamos su ejército. Una como tú cada dos siglos, Ana.

nº55 | la pildorita

Sobre la crisis climática, no hay otra

Nos encontramos en una crisis climática que nos dirige a una nueva relación con nuestro planeta y las especies con las que cohabitamos. En estos momentos se decide cuál va a ser el modelo a seguir para construir esa nueva forma de estar en el mundo. Sin embargo, la preocupación por esta cuestión se sigue viendo como secundaria en muchos ámbitos. Esto es deliberado. Es político. Por ello, formular de diferentes maneras la cuestión de la crisis climática se debería convertir en el espacio de acción inevitable para activistas e intelectuales.

Contra el futuro: Resistencia ciudadana frente al feudalismo climático (Debate, 2022) es la aportación que la periodista Marta Peirano realiza en esta materia. Proveniente del activismo en la red, Peirano ha realizado una publicación que intenta señalar las diferentes dimensiones que conforman el problema. En su aproximación, la construcción de los imaginarios es una parte crítica. Con ese objeto intenta identificar un espectro de elementos que dan forma a la visión que la sociedad tiene sobre la crisis climática: desde la búsqueda del héroe («la ciencia es siempre colectiva, pero su biografía no») hasta la supuesta neutralidad de los datos («los datos no son como fresas salvajes que crecen de manera espontánea, sino un objeto epistemológico que ha sido diseñado para responder a una necesidad premeditada»).

Es cierto que yo no he quedado tan seducido como en su libro anterior, El enemigo conoce el sistema (Debate, 2019), pero reconozco el valor de la autora para desplazarse a las cuestiones que el presente nos reclama y su capacidad para hacerlas accesibles y mostrar referencias a partir de las cuales profundizar. No queda otra que definir nuestros proyectos a partir de la crisis climática y ese es el paso dado por Peirano. Ella ha asumido un riesgo saliendo de su zona de confort. Nuestra responsabilidad hoy es reseñarlo para darle visibilidad, ya que sí que es un libro útil para implicar a más personas en esta cuestión crítica.

nº54 | la pildorita

Putas, república y revolución

Hay libros que, aparte de entretenernos o enseñarnos algún dato histórico curioso, son capaces de hacer tambalear nuestras mismas convicciones y creencias. Son esas pequeñas joyas literarias las que merecen ser leídas, se comparta, a priori, una misma visión o no. El mismo título de este pequeño libro, parece dejar claro desde qué prisma se va a tratar tan sugerente tema como es la Prostitución (en mayúsculas) dentro del marco de la II República y del proceso revolucionario que acarreó la «guerra civil». Además, un prólogo escrito por Amalia Luna y un epílogo firmado por Georgina Orellano parece dejar claro desde primera hora que este no es un ensayo apto para abolicionistas y putofobxs que, ni siquiera, aceptan entablar debate.

Lo que no resulta tan evidente es que tampoco es apto para aquellas personas que viven acostumbradas a ciertos dogmas, por muy izquierdistas o libertarias que se declaren. Y es que aquí es donde creo que este pequeño ensayo ha dado con la clave desmontando dos creencias fundamentales que en realidad no se basan en ningún dato histórico: a) la revolución anarquista eliminó el problema de la prostitución; b) el problema de la prostitución dentro del feminismo y de las corrientes libertarias ha surgido en esta nueva ola.

Este libro, a mi entender, se ha convertido en un imprescindible de cualquier biblioteca personal o colectivizada. Pues ahonda en los debates y en las acciones que siguen marcando la agenda política hoy en día. Y es que la prostitución es uno de los temas clave (quizá el más fundamental) que necesita ser resuelto para que cualquier proceso revolucionario sea posible. Y con todas sus contradicciones y las dificultades que conlleve, sea cual sea la fórmula útil o emancipadora que dé cierre a este capítulo de la historia (si es que es posible), este libro deja un mensaje claro: esto solo será posible bajo una condición, que lxs putxs formen parte activa del proceso.

nº53 | la pildorita

Huellas de la desaparición

Forensic Architecture es una agencia internacional especializada en la investigación de violaciones de derechos humanos. Usando distintas técnicas como entrevistas, análisis cartográfico, reconstrucción de escenarios o la visualización de datos, sus pioneros trabajos han ayudado a esclarecer casos como la desaparición de los cuarenta y tres estudiantes de Ayotzinapa, México o la tortura sistemática empleada por el Gobierno de Bashar al Assad en la prisión de Saydnaya, en Siria.

Actualmente, en el museo de arte Miguel Urrutia de Bogotá se expone uno de sus últimos trabajos, Huellas de la desaparición. Este ha sido encargado por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, un organismo autónomo del Estado colombiano cuyo objetivo es contribuir a la convivencia mediante el análisis y esclarecimiento de las causas y consecuencias del interminable conflicto en la región.

En el trabajo se investigan tres casos: las desapariciones que se produjeron tras la toma del Palacio de Justicia por el grupo guerrillero m-19; el despojo de tierras al campesinado en la región bananera del Urabá antioqueño; y la violencia y el expolio ejercidos contra los pueblos indígenas de la cuenca amazónica, especialmente el pueblo nunak. A través de la recolección de datos cualitativos y cuantitativos se constata la enorme violencia ejercida por el Estado y los paramilitares en la región, dirigida al expolio de la tierra y a la represión de las disidencias.

Ciertamente, parecen necesarias investigaciones de este tipo, que amplíen las maneras y espacios de concienciación sobre la complejidad y violencia sistémica, especialmente de en territorios donde distintos actores armados cooperan y compiten por su control: desde el Estado a las distintas fuerzas como el narco, las guerrillas o los paramilitares.

nº52 | la pildorita

A Palos, flamenco por y para la rebeldía

A Palos es un proyecto discográfico que nace con la vocación de aunar reivindicación social y vanguardia en el flamenco, desde el respeto a las estructuras clásicas y ortodoxas de siempre. En las letras se radiografían distintos problemas sociales con diferentes palos flamencos, como ya hicieran Moreno Galván, Gerena, El Cabrero y tantos otros anónimos a lo largo del tiempo. Y así, en los palos del disco se habla del dolor de los migrantes que se van y de los que no consiguen llegar, de la despoblación, de la soledad de las personas mayores, de la involución ideológica de los más humildes, del paro, de la violencia machista o de los desahucios. Recupera y actualiza la esencia reivindicativa de lo jondo que el pueblo siempre depositó en sus letras desde el primer quejío.

Cada una de las letras se viste con el traje flamenco más ajustado a la esencia del mensaje. Y aunque parten del esquema ortodoxo de cada palo, se moldean para investirlo de modernidad y vanguardia en las composiciones de la melodía de la guitarra y del cante. Lejos de buscar una fusión compleja con más instrumentos o estilos, la apuesta de A Palos arranca desde la desnudez esencial del flamenco, primitiva, pura, bella y doliente. Ahí está la clave, que el flamenco reconozca los pilares de una siguiriya, bambera o soleá, y a la vez descubra nuevos melismas en la voz o modificaciones rítmicas o modales en la guitarra.

A Palos está formado por Antonio Manuel a la palabra, José Mari Cala al cante y Carlos llave a la guitarra. Antonio Manuel es activista, escritor y autor de las obras flamencas Arqueología de lo jondo y Daño, además de varios ensayos, novelas y poemarios. José Mari es cantante-cantaor con amplio registro de estilos y estudioso de las técnicas vocales de las músicas de raíz, y miembro fundador de La Banda Morisca. Carlos es un guitarrista experimentado y versátil con formación académica.

nº51 | la pildorita

Visualizando la América negra

En 1900 se celebró la Exposición Universal de París. Una propuesta destacó allí por su audacia: la Exposición de l-s Negr-s de América; una serie de instalaciones, documentos y objetos que construían una narrativa sobre las instituciones y comunidades afrodescendientes. Entre ellos, una propuesta sin precedentes: una serie de sesenta visualizaciones de datos, tremendamente creativas y con una clara orientación política: mostrar los avances logrados por las comunidades negras en los Estados Unidos y la fuerte discriminación y segregación a las que se enfrentaban.

Estas visualizaciones fueron orquestadas por W.E.B. Du Bois, uno de los intelectuales afroamericanos más fértiles e influyentes de principios del siglo XX y fundador en 1909 de la NCAAP, una de las organizaciones políticas más importantes de la historia de los movimientos contra la discriminación racial en los Estados Unidos.

La obra Visualizing Black America. W.E.B. Du Bois Data Portraits recoge por primera vez las sesenta visualizaciones que se mostraron entonces, permitiéndonos atisbar el enorme talento tras las mismas. Una obra que encumbra a Du Bois como uno los pioneros de la ciencia y visualización de datos, junto a otras personalidades geniales como Charles Minard o Florence Nightingale.

En estos momentos actuales donde el racismo estructural sigue campando a sus anchas por el norte de América —y donde la ciencia de datos es usada de manera profusa por sus adalides— es valioso rescatar a figuras como Du Bois, capaces de recordarnos el papel de la intelectualidad afrodescendiente (invisibilizada de los relatos de la «Historia» convencional), así como la necesidad que tenemos de apropiarnos de las herramientas tecnológicas para construir relatos contrahegemónicos y nuevos antagonismos.

nº50 | la pildorita

«Horacio, el último alcalde»

Un documental de Intermedia Producciones.

El anciano Horacio Hermoso rememora la imagen de su padre, el último alcalde republicano de Sevilla, una persona profundamente humanista y consciente del atraso secular que vivía el país. Tras el golpe de Estado de 1936, fue fusilado en las tapias del cementerio de Sevilla y su cuerpo arrojado a una fosa común. Ochenta y cuatro años más tarde se inician las labores de exhumación de esta fosa y su recuerdo resucita de la mano de su hijo Horacio, el guardián de su memoria.

El historiador José María García Márquez, gracias a su investigación en el Archivo Militar, descubrirá documentos que arrojarán luz sobre la vida y muerte de Horacio Hermoso Araujo.

Adelaida Hermoso es la nieta del alcalde. La apertura de la fosa hace que se interese por la figura del abuelo e inicia un recorrido por diversos escenarios de la ciudad en busca de respuestas al trauma transgeneracional que sufre su familia.

CODIRECTORES

Mariano Agudo es socio fundador de la productora andaluza Intermedia Producciones, donde realiza labores de dirección de documentales y dirección de fotografía. Algunos títulos de su filmografía son Presos del silencio (2004), Guillena 1937 (2013), Habitar la utopía (2014), Boliviana (2015), Samba, un nombre borrado (2017), La búsqueda (2018) y Horacio, el último alcalde (2021).


María Rodríguez desarrolla su actividad profesional en Intermedia Producciones, realizando funciones que van desde la dirección hasta la ilustración, pasando por la coordinación del área gráfica y la de comunicación. Sus trabajos como directora incluyen Horacio, el último alcalde (2021) y los cortometrajes Suigénerx (2019), Fatma y Mamía (2007) y La visita (1998).

El documental está disponible en la plataforma Vimeo On Demand:

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Güenahente, nuevo disco de Cadipsonians

Recién sacado del horno, se presenta Güenahente, el nuevo trabajo de los gaditanos Cadipsonians. Todos los temas del disco (disponible en todos los formatos) llevan el título de personas que bien podrían ser vecinxs nuestrxs, pero que reúnen unas características muy propias para ser buenas personas y «auténticos personajes». De esta manera, se presenta Jesú er Bizum (el tipo que nunca tiene efectivo y de escaqueo te pide que se lo pongas tú), Andreíta Corgaíta, la vecina negacionista, María la Virenque, la deportista que también le pega al tema, Paco el Ácaro aquel cuyo mocho de la fregona sigue intacto… y así hasta hacer de este disco una tremenda unión de buen humor, bailoteo y espontaneidad.

El trabajo lo cocinaron entre los meses de abril y mayo en el exquisito estudio de grabación Audiorama, y en esta ocasión se hacen acompañar de amigos (flautas, saxo, guitarras, voces, etc.) para darle al trabajo un sonido delicado y compacto, festivo pero firme. Atentos sobre todo a las letras desternillantes, los ritmos vertiginosos de ukeleles, congas y cacharros varios, los solos de banjo y, por qué no, el gustoso caos de los seis músicos on fire.

A raíz de la dedicación (ya llevan unos cuantos años…) y la compenetración musical, se permiten darle otra vuelta de tuerca más al sonido genuino del calipso y, tras varios trabajos discográficos grabados anteriormente, consolidan esta batidora jamaikina y carnavalera. Si tienen oportunidad de verlos en directo, primero eliminen los prejuicios y las purezas, y después, déjense llevar por estos ritmos tan de ida y vuelta.

Cadipsonians es actualmente una de las escasas bandas de música calipso y mento que existen en el Estado. Rompen esquemas con un buen gusto y un rosario de ritmos e influencias que hacen que parezca que el Caribe hace su entrada por La Caleta.

nº48 | la pildorita

CUADERNOS PARA EL COLAPSO

Desde diferentes lugares de la delirante geografía de este país, incluyendo también Sevilla, nos hemos propuesto respirar en común para intentar radiografiar (antes de que la amnesia organizada destruya lo que hemos visto) la enorme discontinuidad que principia con esta pandemia de lo apenas vivo. El resultado ha sido este número cero de los Cuadernos para el colapso. Unos cuadernos que recogen algunos escritos que apuntan fuera de los relatos oficiales: escritos de Giorgio Agamben, Santiago López Petit o Franco Berardi «Bifo», de Stefania Consigliere y Cristina Zavaroni, Julien Coupat o Marcello Tarì junto con otros materiales para encontrarnos. Textos que retratan una civilización que está colapsando.

Colapso económico y ambiental, energético y existencial, metafísico y demográfico. Nosotros y nosotras, antropomorfosis del capital —es decir, la misma vida que satura diariamente el tráfico de nuestras ciudades y nuestra dependencia de ella—, somos el colapso.

Partiendo de la dolorosa constatación de nuestra absoluta impotencia ante la gestión cotidiana de la pandemia, esto es, de nuestra total dependencia del entramado biopolítico de dispositivos que aseguran nuestra superviviencia, estos cuadernos quieren aportar materiales que contribuyan a elaborar una perspectiva que pueda contrarrestar el clamoroso silencio, cuando no la aquiescencia, de la inmensa mayoría de la izquierda, parlamentaria o no. Quieren ser una excusa para encontrarnos, una contribución a revertir la dispersión acelerada en que vivimos, una invitación a transitar entre experiencias de construcción, de sanación, de apoyo mutuo y de simple rechazo de lo existente. Quieren, en definitiva, compartir algunas intuiciones y anudar algunas amistades, como una contribución más a la recomposición de una fuerza histórica a la altura de la época.

En Sevilla, podéis encontrar los Cuadernos en la librería La Fuga. También podéis consultar nuestro espacio en internet para informaros sobre otros puntos de venta, encontrar otros materiales, suscribiros o contactarnos: cuadernosparaelcolapso.noblogs.org

nº16 | la pildorita

La cantante punk

The Punk Singer es un documental subidón, ideal para cualquier día a cualquier hora. Usando una combinación de entrevistas y material de archivo que incluye actuaciones musicales en directo, la película traza la vida y la carrera de Kathleen Hanna desde su problemática crianza y su comienzo en la poesía performática de palabra hablada, pasando por sus fancines riot grrrl, sus prominentes bandas musicales, su colegueo con Kurt Cobain, su carrera en solitario como Julie Ruin, su activismo feminista, su matrimonio con el miembro de Beastie Boys Adam Horovitz, y terminando en 2010 con el diagnóstico de la enfermedad de Lyme que parecía acabar con su carrera.

Pero ¿quién es Kathleen Hanna? Para quien no la conozca, y por contextualizar, esta muchacha es una cantante estadounidense que lideró grupos como Bikini Kill, pionero de la escena punk feminista de los 90. Después del subidón punk, formó el grupo Le Tigre a finales de los 90, de música retroelectro altamente naif y letras demoledoras llenas de feminismos y derechos LGTB.

Entre un grupo y otro, le dio tiempo a ser «muy mejor amiga» de Kurt Cobain y escribir en la fachada de su casa «Kurt smells like teen spirit». Resulta que la muchacha con quien salía Kurt en ese tiempo usaba un desodorante llamado Teen Spirit y Kathleen hizo ese grafiti como queja a su colega, dando después nombre al mítico temazo.

Culebreos aparte, otra gran aportación de Kathleen al feminismo y a la escena punk fue su participación como figura central en el movimiento riot grrrl, un movimiento hardcore punk feminista underground que originalmente se inició en la década de 1990, en Washington. A menudo se asocia con el feminismo de la tercera ola, considerándose su punto de partida. En su seno se desarrolló un movimiento musical en el que las mujeres podían expresarse de forma libre, derivado del rock indie y con la escena punk como fuente de inspiración.

Motivos suficientes para echar el rato saboreando el documental disponible en línea, poner a Julie Ruin en tus favoritos y seguir descubriendo el movimiento riot grrrl para ver si se nos pega algo. Que lo disfruten.