Hay convenios colectivos que marcan la vida de miles de personas. Este es el caso del convenio sectorial de ámbito estatal de contact center (centro de atención al cliente o centro de llamadas) que lleva negociándose tres años y afecta a unas 80.000 personas directamente y a más de 100.000 indirectamente (ETTs). Para entender esta prolongada negociación, entrevistamos a Patricia Gallegos, delegada sindical en telemarketing (telemercadeo) y secretaria general de CGT-Sevilla.
La negociación de convenios colectivos se da ahora en plena subida de la inflación. Patricia nos explica que «la gran mayoría de las personas trabajadoras en centros de llamadas tienen jornadas parciales (hay más de un 70% de parcialidad), eso, sumado a tener uno de los salarios más bajos de todo el país (14.555 € anuales a jornada completa), hace que llegar a fin de mes sea una ardua tarea. Con un IPC de más de un 6%, es imposible comprar productos frescos de calidad. Y ya no hablemos de pagar luz y vivienda». En este contexto, CGT lleva a la negociación una subida del 10% y lucha por equipararlo con el IPC real «para que no haya pérdida de poder adquisitivo». Sin embargo, la patronal ofrece un 0% de subida salarial para 2020 y 2021, un 3% en 2022, 2023 y 2024, y el IPC previsto para 2025 y 2026, sin mínimo ni máximo, por lo que un IPC negativo llevaría a bajada salarial. Además, desde CGT exigen que «no haya tanta parcialidad porque con salarios de mierda supone que mucha gente tiene que buscar otros empleos para tener un salario completo. Esto supone no conciliar vida laboral y personal. Queremos contratos con jornadas completas».
Además del salario y la parcialidad, «otra de nuestras reivindicaciones es la temporalidad, porque la patronal pretende que en los contratos fijos discontinuos haya un periodo de inactividad de seis meses, condenándonos a la pobreza, porque trabajando seis meses no tienes derecho a paro». Además, Patricia comenta que «también nos preocupa la salud laboral, especialmente con tanta gente teletrabajando. Para empezar, los riesgos físicos por no tener unas instalaciones adecuadas. Además, el trabajar desde casa crea desconexión con plantilla y sindicatos».
Patricia resume que, en general, «las propuestas de la patronal quieren precarizar más la situación, y estamos intentando que se profesionalice el sector y tener unos derechos que nos permitan vivir dignamente. La patronal no quiere dar estos derechos básicos para seguir aumentando sus beneficios mientras nos empobrecen. Pero no podemos olvidar que la mayoría de las empresas de telemercadeo han duplicado beneficios desde la pandemia, por lo que nuestra lucha está más que justificada. No vamos a permitir que los sindicatos que traicionan a la clase trabajadora firmando convenios firmen otra mierda más».
Para presionar durante la negociación del convenio, CGT convocó paros parciales y dos huelgas de 24 horas. En este sentido, Patricia afirma que «CGT es un sindicato muy combativo en todos los sectores, pero en el telemercadeo, supongo que debido a la precariedad, la lucha es más fuerte y hemos ganado muchas de batallas: pausas de visualización de datos, contratos de teletrabajo, subrogación del personal, etc., gracias a lo cual no hemos dejado de crecer en afiliación, militancia y representación en comités de empresa». Para finalizar, preguntamos por el contacto más habitual de mucha gente con el sector del telemercadeo, las campañas de venta. «Por desgracia es nuestro trabajo y ni elegimos las horas de llamada, ni tenemos opción a eliminar un contacto que ha dicho que no le interesa. No tenemos control sobre llamadas, las lanza un programa y, cuando un cliente contesta, nos salta la ficha de ese cliente y la llamada. Si al cliente no le interesa, la trabajadora lo cierra como ‘no interesa’, pero las empresas borran estos registros. Las bases de datos son muy caras y se trabaja con la misma durante mucho tiempo. Es un sinvivir: no sabes cuándo te van a insultar, cuándo a reír de ti… y todo con sonrisa telefónica. Esta es una de las razones por las que el estrés y la ansiedad están entre los motivos de baja más comunes en nuestro sector».