nº40 | a pie de tajo

Desde el tajo ante la pandemia

La gestión de la pandemia de la covid-19 bajo las reglas capitalistas está generando una crisis socioeconómica profunda que se suma a la crisis estructural preexistente. En este contexto de crisis sistémica, entrevistamos a dos trabajadoras del sector de la hostelería afectados por ERTEs, Inma y Riccardo, que nos cuentan cómo la están viviendo.

Inma trabaja en un hotel llevando la administración y la recepción. «Sirvo, pa un roto y pa un descosío». Riccardo curra de camarero en un restaurante del centro histórico.

Cuando les preguntamos si alguna vez pensaron que algo como esto podía pasar, Inma contesta que «jamás. Esto era de película. La realidad supera la ficción. Pasé la anterior crisis con muchas dificultades, teniendo hijos que dependen de mí. Después de mucho tiempo encontré la estabilidad. Siempre temí volver a una situación económica como la que sufrí, pero nunca imaginé que iba a ser por esto». Riccardo nos comenta que «siempre he creído que hay que aprovechar los momentos porque, de repente, las cosas pueden cambiar; pero nunca llegué a imaginar esto. Estaba convencido que la hostelería no iba a verse afectada en Sevilla donde el turismo ha crecido exponencialmente. Lo que antes de la covid era nuestra mayor fuerza, ahora es nuestra mayor debilidad».

Respecto a cómo ha respondido su empresario ante esta situación, Riccardo comenta que «no me siento en condición de poder juzgarlo en la extraordinaria crisis sanitaria […] Qué hubiera pasado si el Gobierno no hubiera decretado el cierre de los negocios…». Inma opina que «en la empresa han hecho un ERTE necesario porque el hotel está cerrado. Lo que no sé, es si será posible el compromiso de seis meses de contrato mínimo después del ERTE».

En relación a cómo están respondiendo los gobiernos central y autonómico, Inma cree que «no es momento de echar culpas. En este momento hay que actuar a favor de obra. Cuando todo esto pase ya tendremos tiempo de hablar». Pero de los anuncios gubernamentales a la realidad va mucho, como nos explica Inma: «en teoría tendría que haber cobrado el 10 de abril, pero aún no he recibido ingreso alguno. Entiendo que están desbordados pero hay mucha gente que no puede esperar. Y por favor, ¡menos burocracía! Para intentar pedir la moratoria de la hipoteca te piden [los bancos] cuarenta papeles que no puedes tener ahora». Sin embargo, Riccardo cree que los gobiernos han respondido mal: «no han tomado las precauciones a tiempo. Al principio, el Gobierno ha querido subestimar un problema que ya estaba devastando Italia y, en vez que aprender de los errores italianos, ha preferido seguir para no afectar la economía. La única cosa buena es que ha permitido ERTEs y no despidos pero, las condiciones del sector (trabajan 40 horas semanales y el contrato es de 20) no permiten sobrevivir».

De cara al futuro, Riccardo ve las cosas difíciles: «no sé cuándo podremos sentarnos a tomar una cerveza en el bar bajo casa, imagínate cuando podré volver a trabajar con turistas. Muchas actividades no podrán aguantar y cerrarán». Inma ve su futuro profesional «muy negro. Ya me estoy planteando emigrar para mantener a mi familia. Pero ¿a dónde? A luchadora no me gana ni dios». Riccardo opta también por resistir: «mi trabajo ha existido y siempre existirá. Ahora hay que aguantar como sea». Inma ofrece algunas ideas para avanzar: «son necesarios los test. Si ya has pasado el puto virus y lo sabes, puedes hacer mucho por la sociedad. Ahora no somos Antonio, Lucía o Rosa. Ahora somos todas las personas. Tenemos que actuar coordinadas y con empatía».

Finalmente, las dos entrevistadas se despiden de forma positiva. «Gracias a todas las personas que se exponen, como basurerxs, conductorxs de autobús, trabajadorxs de supermercados y sanitarixs que se juegan la vida por el resto», agradece Inma. Riccardo saca lecciones de la pandemia: «este virus nos ha recordado que no lo sabemos todo, que hay que aprender de los errores. Nos ha recordado que vivimos en un sistema frágil, que hay que agradecer a lxs campesinxs, no a Cristiano Ronaldo. Que es importante dedicarnos tiempo a nosotrxs, a apreciar nuestra libertad. Y, sobre todo, nos ha recordado la importancia de apreciar la vida y querer con todo el corazón a la gente que está a nuestro alrededor, porque un día están, pero al siguiente…».

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Tramallol es una remezcla de personas, saberes y proyectos. Un modelo de emprendizaje colectivo basado en la cooperación horizontal, el intercambio y la búsqueda de otras formas de gestión económica de la vida.