nº11 | política estatal

Apoyo Mutuo.

Una alternativa política que pone en el centro a las personas

El cambio radical es difícil de conseguir desde la vía electoral. Es lo que entiende el colectivo de militantes de Apoyo Mutuo, una red horizontal que está dando sus primeros pasos y que reivindica la política sin delegación.

Si se tuviera que definir Apoyo Mutuo, sería como «una red de militantes de diferentes movimientos sociales, sensibilidades y experiencias para actuar conjuntamente en base a un programa común». Lo dice Dilia Puerta, portavoz de esta iniciativa que se presentó de forma oficial el 9 de mayo en el Teatro Lagrada de Madrid, e inmersa ahora mismo en el debate de un programa político. Entre sus filas hay sindicalistas, feministas, ecologistas, gente que trabaja en el ámbito de la vivienda, la inmigración, etc. Su ámbito es libertario, «pero sí queremos dejar claro que no es una organización de y para anarquistas. Caben todas las personas que no se ven representadas por la vía institucional, que creen que otras vidas son posibles», matiza Dilia.

En todo caso, los integrantes de Apoyo Mutuo son militantes ya implicados en colectivos sociales y movimientos de base: «No queremos sobrecargarnos. De lo que se trata más bien es de coordinar energías, ideas, para conseguir una democracia directa de personas libres e iguales. Para eso necesitamos juntarnos, enriquecernos mutuamente». Y rescata la idea de las alianzas insólitas de la feminista María Galindo. «A veces, los movimientos identitarios acaban asfixiando las ideas, se repiten consignas. Es interesante juntarnos para crear y actualizar los discursos. Sin miedo a dialogar con gente con la que tienes muchas cosas en común. Podemos aprender mucho de todos y todas», apostilla Dilia.

Ese es el espíritu que los anima: «reivindicar una democracia directa de verdad» es su objetivo. Todo ello, en un contexto actual de desmovilización social. Desde Apoyo Mutuo consideran que el movimiento 15M fue «un aldabonazo que hizo a la gente despertar, las personas se comunicaron unas con otras y unos sectores mucho más amplios de la sociedad tomaron conciencia de que las cosas tenían que cambiar». Pero su fuerza, y la de otros movimientos sociales, «se ha diluido en partidos políticos que optan por cambiar a la sociedad desde las instituciones».

«Respetamos a estas personas en su opción, pero no es nuestro camino», explica Dilia. «Como si solo se pudiera generar política desde las elecciones. Hay muchas más personas de las que imaginamos que creen que es una vía insuficiente. En nuestras redes sociales hay cada vez más gente interesada. Es un buen momento para hacernos oír, estamos empezando todavía, a ver cómo se va consolidando».

Construyendo pueblo fuerte

Dilia explica los orígenes «desde la reflexión y la autocrítica en positivo. El 15M ha movilizado a mucha gente, y hay personas que han sabido canalizar toda esa energía a lo que estamos viviendo ahora. Otras no estábamos tan de acuerdo con eso y no hemos sabido reaccionar y organizarnos tan rápidamente. En foros online empezamos a debatir sobre esto. De ahí surgió el manifiesto Construyendo pueblo fuerte, cuando se ha dado a conocer, de repente, ya tenemos 600 firmantes de todos lados y sensibilidades identificados con él. El interés generado nos ha llevado a crear la organización».

El proyecto está en construcción. «La idea es una estructura común que pueda ser federal, que estamos viendo cómo hacerlo, y luego otras territoriales. Que cada territorio tenga su autonomía para repensar lo que necesita y ponerse manos a la obra. Por ahora, lo más común e inmediato es un encuentro a nivel estatal a final de junio, donde vamos a empezar a generar un programa político. Porque parece que solo las vías electorales tienen derecho a ello. Queremos ser actores políticos reales, necesitamos empoderarnos para ser un pueblo fuerte».

Mientras tanto, ya se han presentado en Madrid y Granada. Pronto lo harán en Zaragoza, y después del verano en Sevilla. En Cataluña, comparten militantes y objetivos similares con Procés Embat.

La política, de todas y sin delegar

Para Apoyo Mutuo, la solución no es que el pueblo delegue en políticos profesionales. «Casi todo el mundo tiene la sensación que se traduce en que los políticos nos roban y no podemos hacer nada. Es muy triste tener esa conciencia social. Por eso es muy importante juntarnos en los colectivos y reflexionar juntas. Una de las mayores diferencias con la vía representativa es que nosotras queremos un pueblo empoderado y queremos recordarle a la gente que la política es nuestra, de todos y de todas. Simplemente nos ayuda a organizarnos. Tenemos la responsabilidad y no podemos delegar algo tan importante. Es el momento de que saquemos el dinero del centro y pongamos la vida, pero no cualquier vida, sino la que merece la pena ser vivida».

Dilia insiste en que «hay dificultades, pero también esperanza y alegría. La historia lo dice. Todo lo que se ha conseguido ha sido luchando, pero con conciencia, no perdemos nada, tenemos mucho que ganar. Y hacerlo sin ningún miedo, hay que atreverse, dialogar, defender nuestras ideas con quien haga falta, salir de las cuevas, a la luz del día. Animamos a eso, a leer sobre Apoyo Mutuo, a contactarnos y a empoderarnos entre todos y todas».

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