En 2023 se estrenaron dos películas que fueron compitiendo por la taquilla en todo el mundo: Oppeheimer y Barbie. Sin embargo, hubo una sorpresa en Italia, donde la película más vista fue la que os vengo a contar, Siempre nos quedará mañana.
En un país donde, en ese mismo año, fueron asesinadas ciento veinte mujeres a manos de sus parejas, la película que ha superado a esos titánicos estrenos habla directamente sobre violencia machista.
La primera película dirigida y protagonizada por Paola Corteselli rescata el neorealismo italiano y lo une a música contemporánea dando a entender que estas violencias son algo que antes estaban normalizadas y que sigue llegando a nuestros días.
Ambientada en la Roma de la posguerra, la protagoniza Delia, una mujer que trabaja en casa, fuera de ella, y que cuida a sus hijos e hija, a su acosador suegro y a su violento marido. Vamos viendo como en el día a día vive la violencia de prácticamente todos los hombres que se va encontrando y de diferentes maneras. No es la única: sus homólogas también la viven, sin importar edad o clase social.
La particularidad de esta película reside en tratar un tema tan dramático en clave de humor, aliviando la tensión social que este tema requiere pero dándole siempre la importancia y solemnidad que tiene. Las escenas de violencia física que se pueden ver lo hacen con una coreografía musical, eliminando ese maldito morbo que tienen en muchos casos este tipo de violencias y previniendo la vuelta al trauma de las supervivientes de estas violencias que quieran verla.
No puede faltar la sororidad en la película en una sociedad que, como la nuestra, está rodeada de roles de mujeres cruciales y fuertes, y Delia es una de ellas. La película culmina con un hecho histórico para las mujeres italianas.