Paro, precariedad laboral, desahucios, cortes de suministro de luz, altos índices de fracaso escolar e incluso dificultades para comer dignamente son algunas de las carencias que vivimos día a día y a las que, lamentablemente, las instituciones no responden. El colectivo vecinal Barrio En Pie, creado en el 2014 en el barrio de la Macarena, trata de abordarlas desde la autoorganización vecinal.
La historia nos ha enseñado que todos los grandes cambios políticos y las mejoras en nuestras condiciones de vida han sido fruto de la organización y la lucha popular, necesarias para dar respuesta a las adversidades a las que nos enfrentamos socialmente. Solo desde esa autoorganización es posible sembrar la semilla que germine en la toma de un poder que está en manos de los sectores más ricos e influyentes, cuyos enormes beneficios son el resultado de la explotación de los más débiles.
Contexto
En el 2014, año de numerosos recortes sociales, aumentan las necesidades que ya existían tras el estallido de la crisis económica del 2008. Necesidades que, previsiblemente, se incrementarán dramáticamente en este rebrote de crisis que vivimos en 2020. En aquel contexto, la represión laboral era cada vez mayor y exigir derechos laborales podía llevar al despido. Ante estas condiciones, el barrio resurge como una especie de zona liberada de esa dictadura laboral para los/as vecinos/as, donde pueden expresar sus reivindicaciones sin represalias. 2014 fue también un año de numerosas y legítimas ilusiones electorales, donde mucha gente esperaba mejorar su situación a través de las urnas. Así, aunque la autoorganización popular se hacía muy necesaria, gran parte del activismo existente aparcó esta idea prefiriendo jugárselo todo a la carta electoral.
Estar en el barrio
Bajo esta premisa nace Barrio En Pie, con la intención de canalizar la organización vecinal de la barriada de El Rocío (aunque la zona ha ido variando con el tiempo y actualmente estamos en la barriada de Los Príncipes). A los primeros encuentros acudieron personas de diversos colectivos y con diferentes sensibilidades políticas, pero con la idea compartida de la necesidad del poder popular y del papel del barrio en la creación de este. No fue fácil superar las legítimas reivindicaciones políticas que cada uno traía de su casa. Hubieron largos debates sobre qué programa llevar al barrio, qué reivindicaciones había que acercar a los/as vecinos/as… La experiencia nos confirma que el error estaba en la raíz de la cuestión: no se trataba de discutir qué llevar al barrio, sino de estar en el barrio. Y es que, cuando la premisa es la autoorganización, la tendencia general activista es olvidarse de la primera parte de esa palabra, auto; porque se trata de ayudar a que los vecinos/as se organicen ellos mismos. Estar en el barrio es preguntar a sus habitantes qué dificultades tienen, colaborar con ellos e implicarlos en esa misma ayuda. Y eso fue lo que hicimos.
Contactando con colectivos y asociaciones del barrio, decidimos que era necesario hacer un reparto de comida a quienes lo requiriesen. En las puertas de los supermercados del barrio, nos presentamos a los/as vecinos/as que iban entrando, invitándoles a una próxima asamblea vecinal y a colaborar si podían. Su respuesta y sus palabras de apoyo fueron muy positivas. Así, entendimos que uno de los aspectos más importantes de formar parte de un colectivo barrial es el factor emocional. Afrontar colectivamente los problemas aleja la sensación de indefensión y aislamiento; la red de apoyo y las relaciones de amistad que poco a poco se construyen son sin duda el mejor antídoto ante ellos.
La primera asamblea vecinal, donde los/as vecinos/as hicieron suya la iniciativa, fue el verdadero origen de Barrio En Pie. Allí empezaron a compartir experiencias y se establecieron las primeras relaciones. Así surgieron, a requerimiento del propio barrio, otras iniciativas como las clases de apoyo escolar gratuito, más recogidas de alimento, la búsqueda de un techo digno para los/as desahuciados/as, las galas…En los últimos meses, nuestra actividad más regular ha sido el apoyo escolar gratuito a estudiantes de todos los niveles (todos los lunes de 18 a 20h en la Parcela 7 de la barriada de Los Príncipes), así como la realización de asambleas vecinales y diversas actividades culturales: talleres de fotografía, manualidades y grafiti, en los que decoramos la fachada de una tienda de alimentación de la zona con la ayuda de un experimentado grafitero. Además, desde Barrio En Pie colaboramos en las actividades culturales organizadas por Tu barrio en positivo, una asociación de vecinos/as y comercios éticos de la zona.
Presente
Ahora, con el brutal rebrote de crisis económica desencadenado por la pandemia, es indispensable establecer redes de solidaridad popular que, en lo posible, alivien las dramáticas situaciones que se están viviendo. Para ello, desde el comienzo del estado de alarma hubo vecinas que se pusieron a disposición de los/as más vulnerables para las nuevas necesidades que ha traído el confinamiento: cuidar de los/as niños/as, hacer la compra, ir a la farmacia… Actualmente, ya que las clases de apoyo son inviables, algunos integrantes de Barrio En Pie están colaborando con la red de apoyo mutuo RAMUCA impartiendo clases telemáticas a los niños con esta necesidad.
Sabemos que nuestro humilde colectivo no va a poder subsanar por completo todas estas situaciones. No queremos competir en caridad con otros organismos que tienen grandes empresas (y mucha mercadotecnia detrás). Nuestro trabajo se centra en dar poder a los/as vecinos/as desde la organización y la solidaridad,con elque aprendamos a no esperar que nos salven quienes se preocupan más por rescatar una banca, que luego nos echa de nuestras casas o nos niega los créditos para sacar adelante nuestras familias. Tenemos la oportunidad y la necesidad inmediata de organizarnos, de poner la primera piedra que construya el camino para desbancarlos.Creemos que Barrio En Pie no es aún el poder popular, pero es la demostración de que es posible. Creemos entonces uno, dos, mil Barrios En Pie en cada barrio poniendo en valor lo mejor de los mismos, potenciando la cultura y la formación, reforzando a los pequeños comercios que existen en ellos, participando en propuestas de otros grupos que ya estén funcionando. Escuchemos y tomémosle el pulso a nuestro barrio siendo parte activa de él.
Puedes contactar con nosotros/as a través de nuestras redes sociales. ¡Ponte en pie y anímate a participar! Trabajemos para tejer redes de colaboración y apoyo mutuo ya que, como estamos volviendo a comprobar, ¡solo el pueblo salva al pueblo!