Que el sector industrial (astilleros, aeronáutica y automoción) en la Bahía de Cádiz se desangra desde hace años es una obviedad como la copa de un pino. Pero es la verdad. Y hay que repetirla para que se oiga.
Nos quedan pocas opciones en la Bahía aparte del clavo ardiendo de un sector turístico que succiona ciudades y pueblos, haciéndolos inhabitables.
El cierre de Delphi, hace hoy quince años, marcó el inicio de un sinfín de fracasos institucionales que seguimos arrastrando. El último ha sido, a finales del año pasado, la confirmación del cierre de la planta de Airbus Puerto Real tras más de un año de idas y venidas entre trabajadores, sindicatos, Gobierno y empresa.
Y es que en Cádiz se lucha con uñas y dientes aunque no siempre se gana.
En noviembre de 2021 se hizo público el preacuerdo firmado a puerta cerrada entre el Ministerio de Industria, Airbus y los sindicatos mayoritarios (CC. OO. Industria y UGT-FICA) por el que la empresa «traslada» a lxs trabajadorxs de Puerto Real al Centro Bahía de Cádiz (CBC) en el Puerto de Santa María. La medida consiste, además, en «transformar» la factoría de Puerto Real en un «centro tecnológico y de innovación».
Trasladar y transformar son bonitos sustitutos de la palabra cierre. Y es que la verdad se puede contar de muchas maneras.
Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía) declaró en junio de este año: «es una traición a esta comarca que el Ministerio de Industria y los sindicatos con sede en Madrid hayan certificado el cierre de la planta» y es que «esta planta (Airbus Puerto Real), construida con dinero público, con los suelos regalados y ventajas fiscales va a ir a generar beneficios millonarios a empresas privadas de antiguos directivos de CASA, EADS y Airbus, generando un empleo más precario».
¿Por qué esta medida, firmada por los sindicatos mayoritarios, preocupa a las trabajadoras y trabajadores de Puerto Real?
El CBC estuvo a punto de desaparecer en 2020 cuando Airbus parecía propiciar su cierre mediante un ERTE al 100% de la plantilla.
¿Por qué los sindicatos mayoritarios CC. OO. Industria y UGT-FICA eligieron la mesa de negociaciones sin movilizaciones reales sabiendo que el futuro de Puerto Real era el cierre? Esta pregunta no tiene respuesta por ahora, pero sí que tiene consecuencias.
Las manifestaciones, huelgas y encierros convocados por otros sindicatos (como CGT) no contaban con toda la plantilla ya que los sindicatos mayoritarios aseguraban que la paz social era condición.
Atrás quedaron los primeros encierros de los trabajadores en la planta, a finales de 2020, cuando saltaron las primeras filtraciones de cierre.
Atrás quedaron las noches de acampada en el polígono y las mañanas de megáfono al grito de «SI ESTO NO SE ARREGLA, ¡GUERRA, GUERRA, GUERRA!»
Lo que permanece es la incertidumbre y la sensación de una parte de la plantilla de haber sido «traicionada por los sindicatos mayoritarios» que, según algunas trabajadoras y trabajadores de la planta de Puerto Real, «negociaron a puerta cerrada sin oponer gran resistencia, asegurándole a la empresa la paz social y afeando las movilizaciones que sindicatos minoritarios como la CGT convocaron día sí y día también».
«Es que no se ha empezado a luchar. ¿Cómo vamos a permitir que nos cierren la planta sin luchar?» se preguntaba Chari, una trabajadora de la fábrica a principios de 2021.
Airbus ha presentado resultados del primer trimestre de 2022 con un 15% de crecimiento respecto a 2021. Las aguas se han calmado para la opinión pública y varios medios venden la operación como algo «muy positivo» para la Bahía de Cádiz.
Mientras el CBC amplía instalaciones para acoger a la plantilla de Puerto Real, muchxs piensan que esta medida es «un parche temporal que permitirá a la empresa maniobrar a su antojo en un futuro».
De hecho, según el Diario de Cádiz, el sindicato UGT amenazaba en mayo de 2022 con movilizaciones porque la empresa aún no había asignado al CBC los nuevos programas militares firmados en el acuerdo del cierre de Puerto Real.