nº28 | farándulas

Ahora es 1984

Andalucía Über Alles, punk y autogestión desde el norte de África

Entrevistamos clandestinamente a miembros de la asamblea de Andalucía Über Alles (a partir de ahora, AüA), colectivo sevillano que se dedica a traficar con músicas independientes y a tramar conciertos y eventos bajo la máxima de «difundir la cultura radical en Andalucía, creando, apoyando y removiendo la escena punk y rock de esta zona de África», a través de una escena abierta a personas «con creatividad y las ganas como principales herramientas» para «la difusión de su música de manera gratuita, organizando espectáculos musicales de índole macarra y pinchadas, entre otras actividades».

Ahora es 1984
Un toc-toc en la puerta de tu casa
Es la policía de ante y ropa vaquera
Vienen por tu anticuada sobrina

California Über Alles
Dead Kennedys, 1979.

¿Cómo nace Andalucía Über Alles?

En 2014, el hastío vital de un grupo de punks les lleva a organizarse y crear AüA, buscando darle vida a una escena musical que, desde su punto de vista, estaba —y probablemente está— en decadencia en esta mariana ciudad. Sabían que la única forma de funcionar de una forma libre y sin depender de factores externos es a través de la autogestión, por lo que formaron una asamblea de gente afín y se lanzaron a organizar conciertos y actividades en torno a la música punk, a editar discos, publicar fanzines y a distribuir material afín.

En vuestro manifiesto fundacional habláis de «hazlo tú mismo» a la vez que escupís en el ánimo de lucro y en el fordismo. ¿es duro el camino de la autogestión?

El «hazlo tú mismo» y la autogestión son algo esencial en nuestra forma de entender el punk. Si tienes la necesidad de expresarte y no tienes medios para ello, esta es la única forma de lograrlo y a la vista está que es posible desarrollar proyectos íntegramente basados en esta filosofía. Aparte, esto lleva consigo crear espacios y actividades que se basen en relaciones de apoyo mutuo y afinidad, fuera de lógicas de consumo o competitividad. Lógicamente, este es un camino que exige mucho tiempo y esfuerzo, pero al final es simplemente aprovechar el poco margen que te dejan todas las cosas absurdas que tenemos que hacer para sobrevivir y hacer algo no alienante y creativo. Para nosotrxs es una cuestión de respirar. Además, después te das cuenta de que funciona mucho mejor que otras formas de hacer las cosas; solo hay que ver la cantidad de mierda que traga la gente para que te saque un sello comercial o para que el nombre de tu banda aparezca en letras minúsculas en el cartel de un festival de moda debajo del logo de una marca de bebidas, cuando luego las bandas que funcionan con la filosofía DIY (do it yourself) pueden sacar discos o girar por ahí con relativa facilidad.

¿Es difícil programar actividades radicalmente diferentes en este cementerio de albero llamado Sevilla?

En Sevilla hemos tenido la suerte estos años de contar con la Sala Hollander, la única sala de esta ciudad que realmente apoya la música marginal y nuestro segundo hogar. Para una banda o colectivo autogestionado es inviable tener que pagar un alquiler de sala de 300 euros para montar un concierto. Además, la represión a los espacios okupados y autogestionados ha terminado llevando a una situación en la que si no fuera por esta sala la cosa estaría muy complicada. Si lo comparas con otros lugares, en muchas ocasiones parece que la gente no comparte o no asimila esta filosofía del todo y se cree que las cosas son gratis y por arte de magia, y te encuentras con situaciones absurdas en las que la peña te intenta mangonear una entrada de tres euros, cuando ves claramente que no tiene ese problema en gastarse cantidades mucho más grandes para ponerse bocabajo. A veces nos gustaría que viniera más gente a los conciertos, no se trata de que sea tu banda preferida sino de apoyar la iniciativa o simplemente echar un buen rato entre amigxs.

Viendo vuestros conciertos y festivales, queda patente que no os restringís únicamente al punk, sino que manejáis un espectro muy amplio de estilos: ¿dónde está la línea roja?

En principio la única línea roja es que las bandas que programamos funcionen con nuestra misma filosofía. Tenemos la suerte de que la asamblea es relativamente heterogénea en cuanto a gustos; hay gente que le pega a sonidos más hardcore y otra más post-punk, y esto nos permite traer a bandas muy diferentes. Hay veces que quizás la banda que viene no es tu preferida (obviamente una línea roja es que las bandas nos gusten, porque si no no tendría sentido invitarlas), pero eso no significa que no te lo puedas pasar bien y conocer a gente interesante de fuera de Sevilla o incluso extranjeras. Por lo general son bandas que quieren venir a tocar aquí porque están de gira, lo que te permite descubrir grupos o proyectos que no conocías, o que te empiece a gustar un estilo que antes no tenías muy escuchado. Si nos centráramos en ciertos estilos o solo trajésemos a las bandas de siempre, seguramente sería más aburrido y limitativo.

También sois un sello independiente. ¿Cómo funciona la autoedición de bandas de punk? ¿Sois el trampolín hacia las grandes discográficas en una especie de gentrificación musical?

Empezamos a funcionar como sello cuando, igual que a la hora de organizar actividades, vimos la necesidad de autoeditar bandas en las que tocábamos sin depender de nadie. A partir de ahí nos empezaron a escribir otras bandas que habían venido a tocar a nuestros conciertos o que habíamos conocido por ahí, invitándonos a participar en la edición de un disco que querían sacar y, desde entonces, hemos venido funcionando así. Normalmente participamos en coediciones de varios sellos de la península o de fuera, lo que permite que, aportando cada cual lo que puede, las bandas puedan editar en formato físico su música al mismo tiempo que los discos se distribuyen con más facilidad.

Puede que haya casos de bandas que empiezan en el circuito punk y se benefician de la escena para saltar luego a círculos más comerciales, pero no es el caso de las bandas que nosotrxs editamos. Entre otras cosas porque somos un sello bastante pequeño y humilde, y porque solemos editar a bandas que comparten nuestra filosofía.

¿Cómo os relacionáis con vuestro entorno social y activista?

Aunque giramos en torno a la música, creemos que la forma en la que hacemos las cosas también es política, ya que intentamos generar espacios en las que no se reproduzcan los patrones de opresión y discriminación en los que día a día vivimos insertxs. Sin un fondo, la música punk pierde el sentido. Por esto colaboramos siempre que podemos con diferentes iniciativas y colectivos de la ciudad que aspiran a lo mismo que nosotrxs: intentar vivir bajo una lógica distinta y liberarnos de aquello que nos oprime sin delegar en nadie. Por eso, aunque lo nuestro sea la música, no tendríamos razón de ser si nos limitáramos solo a ella.

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Es una cooperativa andaluza de base tecnológica. Trabajamos en los ámbitos de las tecnologías para la transformación urbana y social, la arquitectura y el arte.