nº9 | a pie de tajo

Trabajadores del INFOCA:

la lucha contra el incendio de los recortes sociales

Somos trabajadores del INFOCA (Incendios Forestales de la Comunidad Andaluza) con una antigüedad en la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA) de 8 años de media y venimos luchando por nuestra estabilidad laboral desde el primer día en que comenzamos nuestra relación con AMAYA.

Tras sufrir el despido en junio de 2012, decidimos comenzar una huelga de hambre en agosto de 2013, en la que conseguimos activar la bolsa de trabajo INFOCA y que fuesen llamados para incorporarse a sus puestos de trabajo 11 compañeros de casi 100 que pertenecíamos a dicha bolsa. Antes del comienzo de la campaña de 2014, y con la amenaza de que no íbamos a ser llamados para trabajar durante el verano, volvimos a acampar en la puerta de la Consejería de Medio Ambiente entre abril y mayo durante 32 días, acción con la que forzamos a AMAYA a cubrir las bajas con personal de la bolsa y conseguimos que todos los trabajadores/as se incorporaran.

Decidimos acampar, de nuevo, el 13 de octubre de 2014, esta vez frente al Parlamento de Andalucía, considerando que había que subir un escalón en nuestra justa movilización. En esta acampada, el objetivo principal era conseguir la estabilidad laboral que nos pertenece. Tener la seguridad de que vamos a ser llamados para cubrir la campaña de extinción de incendios durante los 4 meses de verano. En esta ocasión, la estrategia a seguir consistió en intentar unificar el máximo de luchas posibles contra las políticas de recortes del Gobierno andaluz. Asistimos a las manifestaciones convocadas por el movimiento estudiantil, enlazando nuestra lucha obrera con las luchas de estudiantes. También mostramos nuestro apoyo a las plantillas de la Seguridad Social, de quienes recibimos todo lo que estuvo en sus manos. Esta fue nuestra línea de trabajo durante los 118 días que estuvimos acampados, llevar la solidaridad obrera a diferentes luchas, como hicimos con los compañeros de Extruperfil, apoyando las Marchas de la Dignidad, las protestas de enfermos por hepatitis C, etc. Una infinidad de luchas con las que hemos estado en contacto y de las que recibimos apoyo.

Mientras los días transcurrían, todo iba saliendo según lo esperado, el conflicto INFOCA estaba siendo apoyado por diferentes colectivos y la prensa se hacía eco. Pero las dificultades de vivir en la calle (por ejemplo, sufriendo robos y agresiones), lejos de nuestras familias y padeciendo las inclemencias del tiempo, a la vez que veíamos como AMAYA solo nos ofrecía migajas y los partidos políticos burgueses eran fieles al sistema que los alimenta y no a las y los trabajadores, hizo que nuestros propios compañeros dejaran de creer en esta forma de ejercer presión, hasta el punto de vernos solos tres compañeros en la acampada. Esto nos hizo replantearnos la lucha, hacer autocrítica y entender que no podíamos reprochar nada a nuestros compañeros por no apoyar presencialmente una «batalla» tan dura que, en parte, nos separó de la plantilla. Una vez entendido, empezamos a dar los primeros pasos para trabajar en lo más valioso que cualquier lucha que tenga lugar en una empresa pueda conseguir: la unificación de la plantilla de forma asamblearia, solidaria y combativa.

Con este objetivo, estamos organizando un encuentro en Antequera para crear un bloque sólido en la plantilla en el que las decisiones emanen de la asamblea y decidamos entre todos la línea a seguir para poder alcanzar los derechos laborales que nos pertenecen: el reconocimiento de la categoría de bombero forestal, eliminar la precariedad del dispositivo, evitar su desmantelamiento, etc.

Nos apoya

La Fuga es una librería a la vez que plataforma de encuentro y acción social. Está centrada en poesía y narrativa, en tebeos, así como en teoría sobre los movimientos sociales, políticos y artísticos.
Pretende ofrecer un posicionamiento frente al estado de las cosas, dar herramientas para una mejor comprensión de los fenómenos locales y globales, además de intentar, dentro de sus limitaciones, ser un lugar de reflexión y de propuestas creativas, de intervención; un espacio de aprendizaje y acercamiento, de colaboración entre gentes y prácticas, más allá de las intenciones económicas propias de todo negocio.