Quítate el plástico de la cabeza
nº42 | desmontando mitos

Quítate el plástico de la cabeza

La lucha por la eliminación de las bolsas de plástico se convierte en una estrategia importante porque tiene un alto contenido en elementos contaminantes y es difícilmente reciclable, pero sobre todo porque es el símbolo emblemático de la cultura de un solo uso.

Durante los últimos años, las administraciones públicas han promovido leyes, planes y acuerdos voluntarios que pretenden dar solución a la problemática de las bolsas de plástico. Sin embargo, los datos muestran que estas iniciativas llegan tarde y están teniendo un recorrido y un impacto insuficiente.

La Directiva Europea sobre las bolsas obligaba a los Estados miembros a establecer medidas para garantizar un consumo medio anual inferior a 90 bolsas/persona para el 31 de diciembre de 2019, y de menos de 40 bolsas/persona para el 31 de diciembre de 2025; implantar instrumentos como la no distribución gratuita de las bolsas de plástico o la prohibición antes del 31 de diciembre de 2018 para garantizar la consecución de estos objetivos.

El Estado reaccionó demasiado tarde en aprobar en 2018 el Real Decreto sobre reducción del consumo de bolsas de plástico por lo que en el año 2019 ya no se alcanzaron los objetivos de reducción marcados por la Directiva Europea.En el Real Decreto se prohibía la distribución gratuita de las bolsas ligeras de un solo uso en el 2018, con excepción de aquellas muy ligeras y de las bolsas de plástico con espesor igual o superior a 50 micras con un porcentaje igual o mayor al 70% de plástico reciclado. Se fijaba una prohibición progresiva hasta el 2021 cuando se establecerá la prohibición total de la entrega de bolsas de plástico ligeras y muy ligeras al consumidor en los puntos de venta de bienes o productos, excepto si son compostables.

En primer lugar, desde las entidades que conformamos la Alianza Residuo Cero, creemos que la
prohibición de la distribución gratuita de las bolsas ligeras es una medida insuficiente. Para conseguir que la prevención de residuos se convierta realmente uno de los ejes estratégicos de la sostenibilidad en España, se requiere una visión sistémica del problema y políticas transformadoras. En el caso de la bolsa de plástico, lo demuestran otras experiencias europeas: la prohibición total de la bolsa de plástico de un solo uso como ha ocurrido en Italia y Francia y el gravamen ambiental disuasorio como es el caso de Irlanda, donde el año 2002 redujeron el 90% de las bolsas en tan solo tres meses. En el caso de otros elementos ligados a la proliferación de envases y envoltorios desechables (como son las bandejas de plástico, los envases plurimaterial, los envoltorios de plástico y las bolsas sin asas) también hay medidas efectivas
para reducir el consumo de forma rápida y con buenos resultados.

En segundo lugar, según el Real Decreto, las bolsas compostables serán gratuitas, lo que puede provocar que los consumidores elijan la opción compostable por un criterio económico sin necesariamente cambiar los hábitos de compra. No tiene sentido sustituir las bolsas de plástico por bolsas compostables, ya que también tienen un impacto ambiental (consumo energético, emisión de gases de efecto invernadero, abandono en el medio natural o mala gestión del residuo) y no sería bueno transferir el actual consumo excesivo de bolsas de plástico al consumo de bolsas compostables.

Un ejemplo claro de la incoherencia de proponer como alternativa la distribución gratuita de las bolsas compostables es que estas, una vez cumplen la función de transportar la compra, se utilizan para separar los residuos orgánicos de casa y depositarlos en el contenedor de materia orgánica ya que se pueden degradar en instalaciones de tratamiento de la fracción orgánica. Si se depositan en otros contenedores se convierten en un problema ambiental y económico para que dificulta mucho el reciclaje de las fracciones correspondientes. Esto es especialmente relevante porque actualmente en la mayoría de ciudades y pueblos de España todavía no hay un buen desarrollo de la separación selectiva de la fracción orgánica.

Por lo tanto, para alcanzar los objetivos de la Directiva Europea, se deberían aplicar medidas más restrictivas como los impuestos o las prohibiciones a todas las bolsas independientemente del material. En consecuencia, instigamos a fomentar y promocionar las alternativas reutilizables como la única solución sostenible y sensata para sustituir las bolsas de un solo uso sean del material que sean.

Desde las entidades deseamos que la ley de residuos y suelos contaminados que está elaborando actualmente el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sea una oportunidad para resolver las actuales carencias.

De todas maneras y esperando el apoyo de las administraciones para que sea fácil consumir sin residuos, la Alianza Residuo Cero afirma que en el día a día podemos ir haciendo pequeños gestos para reducir el uso de bolsas de un solo uso. Actualmente hay muchas y diversas opciones para evitarlas: llevando tu carro de la compra o bolsas hechas de un material que te permitan lavarlas y usarlas muchas veces, como la tela.

En el mercado también puedes encontrar bolsas de distintos tamaños con asa o sin asa para comprar todo tipo de productos: especies, verduras, frutas, frutos secos… hasta la pasta y los cereales. Para productos más frágiles, en vez de bolsa, también es muy útil el uso del táper.

La Alianza Residuo Cero forma parte de Zero Waste Europe, plataforma formada por 30 organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción, de 24 países europeos. Según esta plataforma, se entiende por residuo cero el modelo de gestión de residuos que trata de emular los ciclos de la naturaleza en los que todos los materiales descartados para un proceso son necesarios para otro uso, de manera pragmática y a largo plazo. Residuo cero significa diseñar y gestionar los productos y los procesos de manera que se reduzca el volumen y la toxicidad de los residuos generados, se conserve y se recuperen todos los recursos y no se quemen ni entierren. La implementación de modelos residuo cero eliminaría todas las emisiones al aire, agua y suelo que amenazan en la actualidad a la salud humana, animal, vegetal y planetaria.

Nos apoya

Las comadres somos la comadre Vanesa y la comadre Begoña, dos amigas que nos conocemos desde hace ya varios años y que hemos tenido la suerte y oportunidad de emprender este camino juntas. Contando con que las dos tenemos una capacidad innata para relacionarnos con todo aquello que se mueve, sabíamos que teníamos que trabajar de cara al público y si estábamos sintiendo el proyecto como algo nuestro, mejor que mejor. Un proyecto que fuera una forma de vida y una apuesta por un futuro saludable y responsable. Para llevarlo a cabo y sentirlo aún más nuestro decidimos quedarnos en el barrio y así ha sido. Gracias al apoyo de familiares y amigos hemos podido “poner en pie” nuestra frutería – verdulería, un espacio que nos gustaría que lo sintierais como vuestro y que lo disfrutarais cada vez que os acerquéis. En Las Comadres no sólo queremos ofreceros productos de gran calidad, a buen precio; sino que nos gustaría aprender, intercambiar saberes y convertir nuestro local en un espacio de encuentro en el barrio.