nº10 | política local

Pan y circo

Mostramos la segunda parte del debate organizado dentro del Consejo de Redacción de El Topo en el que participaron personas vinculadas a Podemos, Ganemos y Participa Sevilla. En el pasado número resumimos algunas de las ideas que surgieron alrededor de las dos primeras preguntas que se plantearon en el debate. En este número resumimos las dos siguientes. Al igual que la vez anterior, recordamos que las posturas manifestadas son diversas y que esperamos que estas reflexiones sirvan para seguir construyendo. También pedimos comprensión por la limitación que supone reducir a mil palabras un debate de estas características. Por otra parte, como destacan lxs propixs participantes, la sucesión de acontecimientos al respecto es tan frenética que cuando se desarrolló este encuentro aún no había mostrado su fortaleza el otro nuevo partido protagonista de la escena política, Ciudadanos, en este caso vinculado a la derecha.

ELECCIONES MUNICIPALES 2015. OPCIÓN LIBERTARIA Y LA NUEVA POLÍTICA

Participantes: Jesús M. Castillo, Ana Jiménez, Pablo de Ronda, Marta Solanas, Carlos Pérez, Txema Hurtado, Darío Mateo, Ángela Lara, Pastora Filigrana y Luis Berraquero.

¿Qué pasa si gana la nueva política?

La mayoría de participantes no confía demasiado en las posibilidades de la llamada «nueva política» para llevar a cabo una transformación real y se asume que, aun llegando al poder, el margen de maniobra será mínimo y las buenas intenciones no podrían durar demasiado. ¿Podría lograrse algo en ese tiempo? ¿En qué medida afectaría a los movimientos sociales la llegada de concejales de estos partidos al Ayuntamiento? ¿Provocaría un aumento de la contención social?

Alrededor de estas dudas versa la mayor parte del debate. En cualquier caso, se plantea la importancia de reforzar los movimientos sociales. Algunxs de lxs participantes señalan: «es clave que haya alternativas anticapitalistas a la izquierda de estos partidos para que la gente, cuando se defraude, que se va a defraudar, mire hacia la izquierda y no hacia la ultraderecha». Otrxs apuntan: «es más importante que nunca que los movimientos sociales estemos organizados de forma autónoma. Si estos partidos llegan al poder, tendremos que hacer de espejo, y eso no debe ser entendido por parte de esos amigos que están en la institución como una confrontación, sino como una necesidad de diálogo».

Unx de los defensorxs de la nueva política plantea que en el caso de llegar a las instituciones «hay que centrarse en la creación de instrumentos de control ciudadano que permitan el funcionamiento resiliente en un mundo abocado al colapso a corto plazo». También surgen críticas en relación al propio concepto de nueva política, como indica unx de lxs participantes: «son tecnócratas y consideran que hay gente que sabe mucho y son quienes tienen que tomar las decisiones. Creo que es lo que al final se propone desde las nuevas iniciativas políticas por mucho que se les llame nuevas políticas». En ese sentido, otrx de lxs asistentes señaló que la autodefinición como nueva es muy hábil porque «el dominio del lenguaje es el primer paso para el dominio de la ideología […]. Utiliza lenguajes nuevos: la cibermilitancia, el ciudadanismo, pero no es la primera vez que ocurre. La estrategia tampoco es nueva: la de lxs compañeros que rechazamos frontalmente esto y la de lxs que piensan que es una mierda pero mejor vamos a intentar hacer algo nuevo desde dentro».

Por otra parte, se plantea que la llegada de estas fuerzas políticas al poder podría suponer una reducción de la represión y esto debe aprovecharse desde los movimientos sociales para reconstruirse.

En cuanto a las posibilidades de trabajo que da el ámbito municipal, se recuerdan las numerosas dependencias con otras administraciones públicas: «las cuencas hidrográficas, que son las que gestionan el agua que llega a nuestras casas, son autonómicas, los espacios naturales son estatales, hay acuerdos internacionales que nos afectan en el día a día…».

¿Cuánto de pan y circo tienen las propuestas de la nueva política?

Hay unanimidad en destacar el papel que ha jugado el marketing político y los medios de comunicación (fundamentalmente, la televisión) en el éxito de estas nuevas formaciones, principalmente de Podemos. Una de las participantes plantea: «lo del pan y circo me preocupa especialmente porque se están apropiando de discursos que generan mucha confusión. Hablan de la articulación del poder popular, como si para eso no hiciera falta muchísimo más tiempo del que se está dando, no creo que sea una cosa de cuatro meses por mucho que tengan un discurso muy bien elaborado». Por otra parte, se recuerda que el marketing está implícito en cualquier proyecto: «todos los que hacemos política tenemos marketing político, y hay que reconocer que la gente que ha puesto en marcha Podemos ha hecho un marketing político acojonante y tenemos mucho que aprender de eso. Por otro lado, el que este mesianismo y personalismo político triunfe tanto no es más que un reflejo de la situación política en la que estamos». Al hilo de esta reflexión se apunta que «no podemos obviar que vivimos en una sociedad del espectáculo. Los sistemas de representación de partidos que existen están hechos de una determinada manera y la incidencia en las redes sociales es fundamental. Atendiendo a eso, los nuevos dispositivos políticos están apropiándose de las nuevas formas de participación». Esta idea de la sociedad del espectáculo es rechazada por otrx participante: «niego la sociedad del espectáculo igual que niego el capitalismo, como un sistema deseable para la gestión de la vida. Ya hemos hablado antes de lo que supone la virtualización de la democracia y a la cantidad de gente que deja fuera».

Concluyendo, se es consciente de que no vivimos un momento revolucionario sino reformista, que todos los acontecimientos se suceden de manera frenética y que los movimientos sociales no deben dejarse llevar por esa velocidad que se está imponiendo. Como señala alguien: «hay que tender más a la estrategia que a la planificación». «Podemos o Ganemos se están encargando de las variables rápidas de cambio y nosotras deberíamos utilizar las variables lentas, qué va a pasar cuando la crisis financiera o la energética sean perennes, por ejemplo», plantea otrx de lxs participantes. La mayoría considera que estas formaciones no deben marcar la hoja de ruta de los movimientos sociales, pero la llegada al Ayuntamiento de algunas de ellas podría suponer una oportunidad de reforzamiento de los propios movimientos.

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