nº48 | entrevista

«Hacemos algo único sin haber inventado nada»

ENTREVISTA A VOLANTE DE LA PUEBLA

Volante de la Puebla son José Esteban y Paco o, según su propia definición, «dos tíos que tampoco pinchan mucho, ponen una canción detrás de otra y te hacen un show mientras escuchas a Rocío Jurado con música electrónica». Los meten en eso que llaman nuevo andalucismo mientras agitan referencias de las raves, las verbena y el folclore andaluz. Ellos tienen claro lo que hacen. Tienen un concepto y nos lo van a contar.

Ahora que la pandemia está un poco domesticada con las vacunas, ha sido el verano el que nos ha impedido tener una cita presencial para charlar con estos dos mostruos escénicos que son Volante de la Puebla. La que escribe estaba en Rota, donde ellos habían actuado apenas un par de días antes; a Paco lo pillamos en su casa, acompañado de un ventilador que se gira de un lado a otro cual corista de exigua coreografía, y J.E. para en una gasolinera para atendernos en su huida en busca de playa en plena ola de calor.

Por poco que les pegue, afirman que está siendo un verano de poca fiesta y mucho curro.

Eso es lo que tiene el éxito y ser uno de los grupos de moda del verano andaluz. Además, habéis tenido una campaña gratuita por parte de VOX ¿no? ¿Qué pasó exactamente?

— Paco: Eso viene de cuando actuamos en Vértigo Festival, en Martos, Jaén. Allí existe un grupo que se llama Martos para España o algo así. Nosotros dentro del espectáculo incluimos una copa dorada que simulaba un cáliz y durante el número bebimos de esa copa. Esa imagen la utilizaron para decir que era una ofensa a los sentimientos religiosos. Utilizaron como pretexto que no había seguridad por el covid, pero lo que hicieron fue acusarnos de ofensa religiosa y a un chaval que llevaba un bikini de estos de Borat, le criticaron diciendo que había que tener poca vergüenza para presentarse así en un sitio en el que había niños. Y a partir de este colectivo se hizo eco VOX Martos, que dijo que no se podían permitir este tipo de espectáculos y encima financiados por el Ayuntamiento. Y para reparar todos los daños causados por nuestro espectáculo organizaron una misa de reparación.

— J.E.: ¿Qué artista conoces en todo el mundo que después de un espectáculo le hayan hecho una misa de reparación? Eso es muy grande.

Parece que VOX a todo lo que pretende censurar le da más visibilidad.

— J.E.: Bueno, a partir de eso de Martos se han hecho eco varias páginas de costaleros en Sevilla y gente vinculada con la religión católica y en esos perfiles han subido vídeos nuestros y ahí sí que ha habido muchos comentarios tipo «sois una vergüenza, hijos de puta, quitaos el costal, os vamos a matar a palos, ¡dónde vamos a llegar!» y esto ocurre a raíz de que VOX se haga eco. Es la religión católica y nos desean la muerte.

¿Entonces a partir de eso habéis recibido mucho odio en redes?

— J.E.: Desde entonces nos escriben por privado en Instagram y en Facebook, no en nuestra página pero sí en estas páginas que han publicado los vídeos. Cada día hay 50 comentarios más, alguno de apoyo, pero la mayoría de querer pegarnos dos ostias, que nos quitemos el costal…

Vamos a rebobinar un poco hasta los orígenes de Volante de la Puebla. Surgió para una cuestión muy concreta: el aniversario de la Cía. Milagros, ¿arrancasteis como algo puntual o ya le veíais futuro al proyecto?

— J.E.: Esto surge en Madrid. Nosotros teníamos en mente hacer algo aunque no era todavía lo que fue después. La idea era poner música y ambientar a la gente. Estábamos en Madrid e íbamos a todas las fiestas y pensábamos: «nosotros esto lo ambientaríamos mucho mejor». En el cumpleaños de la Cía. Milagros ya tenía unas cuantas canciones hechas en plan folclórica y a Paco se le ocurrió meter un concepto. La primera opción era las Meninas, pero él se inventó una cosa que teníamos que ponernos en la cabeza que hacía imposible ponerse los cascos. Era imposible hacer un show de una hora y pico con eso en la cabeza.

Ese aniversario fue el primer contacto que tuvimos con el público y no se parece a lo que hacemos ahora para nada. Ahí poníamos canciones que nos gustaban a los dos y que nos ambientaban y ya está. Había incluidas algunas folclóricas pero no era el concepto. Lo folclórico estaba ahí medio dibujándose todavía. Y a raíz de que lo presentamos con un proyecto al ICAS hicimos un dosier y a medida que íbamos avanzando, íbamos dándole una línea. No pensábamos en actuaciones porque estábamos en medio del confinamiento. Hasta que nos propusieron actuar en la sala Fanatic.

— Paco: Lanzamos un vídeo antes de la actuación para ver cómo funcionaba y lo petó, funcionó muy bien. No teníamos muchos seguidores 100 o 200, pero le dedicamos mucho tiempo en Instagram y salió bien.

Os enmarcan siempre en el rollito del nuevo andalucismo con Califato 3/4, Derby Motoreta Burrito Kachimba y otros tantos, ¿cómo lo veis?

— Paco: Yo veo normal que nos enmarquen ahí porque al final partimos de una base que es la nuestra, de la cultura de Andalucía, toda nuestra base tanto musical como estética viene de ahí.

— J.E.: Las referencias son las mismas. Por ejemplo, en nuestro show sacamos una hoja de palma y Califato 3/4 en uno de sus vídeos saca una también y dijimos: «ay, no la vamos a sacar para no ser iguales» ¡pero, si es que venimos de lo mismo! Cada uno con su rollo, con su estilo… Para mí sería maravilloso un concierto con ellos, Los Voluble y después nosotros.

La izquierda muchas veces se empeña en resignificar la bandera aunque no haya mucho que rascar y, sin embargo, se critica mucho el folclore andaluz cuando es una cosa que hemos mamao.

— J.E.: Claro, nosotros tres probablemente estemos bautizados, vamos a bodas dentro de la Iglesia católica, a entierros… Aunque yo no pertenezca a nivel ideológico a la Iglesia católica su influencia cultural está en mi vida. O el flamenco, aunque no te guste el flamenco lo escuchas en todas partes. ¿Cómo te escapas de eso? No puedes. Si tú no utilizas eso, me parece estupendo, pero si lo usas, es que es lo nuestro. Lo nuestro es el breakbeat, la rave y el flamenco. Es que no hay más.

— Paco: Yo desde que está habiendo estas polémicas alrededor del cristianismo, quería apostatar pero ya no lo voy a hacer. Además, hay un refrán que dice: «donde está el santo está la fiesta». Ahí lo dejo.

— J.E.: ¿A cuántas romerías hemos ido? Y las romerías se hacen por un santo, te guste o no. Las fiestas populares están vinculadas a la Iglesia católica. Y no es que tengamos que apropiarnos de nada, es que vivimos inmersos en eso.

Por otra parte, lo de mezclar música de Semana Santa y breakbeat ya se hacía en las raves de los 90, ¿no?

— J.E.: Ahora es como más mainstream. A mi me llegó en los 90 la versión de Camarón breakbeat. ¿Qué estamos inventando nosotros?

— Paco: Lo hemos hablado mucho. Son referencias que cogemos de nuestra
adolescencia y que tenemos grabadas a fuego. Todas las remezclas de breakbeat con Semana Santa vienen de cuando teníamos 13 o 14 años y flipábamos.

Y ¿cómo lleváis petarlo con un proyecto diseñado para disfrutar y bailar en una época en la que todos los conciertos hay que verlos sentados?

— Paco: El espectáculo nace en la pandemia, así que está pensado ya desde su inicio para que la gente lo vea sentada. También somos actores y hemos incluido recursos escénicos para que se pueda disfrutar, aunque no se pueda bailar a tu aire, de pie. De hecho, ya hemos tenido algunos conciertos de pie y funcionan igual de bien. Al final somos animadores y estamos ahí arriba para hacer que la gente se lo pase bien. A mí no me raya que nos vean sentados, me preocupa más ahora, cuando todo el mundo pueda moverse libremente.

— J.E.: Claro, ahora cuando se pueda estar de pie, hablando o haciendo lo que quieras, nos soprenderemos porque no estamos acostumbrados a eso y nos iremos adaptando a que estén a tope bailando o a que ni siquiera te estén echando cuenta. Cuando hemos hecho los conciertos sentados, nosotros somos el foco de atención absoluto. Está pensado así, hacemos coreografías y recursos para que la gente esté entretenida. Lo que hemos aprendido durante todos estos años a nivel escénico y de dinámicas lo hemos aplicado haciendo el espectáculo al que a nosotros nos gustaría asistir.

Destaca mucho en vuestro espectáculo la puesta en escena, ¿cuál es el concepto que subyace?

— Paco: Nosotros, al principio, a nivel estético queríamos hacer un cubo que fuera un paso de Semana Santa con luces LED blancas. Y eso va a venir en un futuro, ¿eh?

— J.E.: Hacemos el espectáculo que a nosotros nos gustaría ver. No creo que estemos haciendo una revolución pero sí hemos unido muchas cosas que nos gustaban y que igual estaban dispersas y las hemos plasmado en un show. Juntas un montón de factores que hacen que sea algo único sin haber inventado nada.

Por otro lado, Paco, cuando estuvimos en Valencia, vio que había una sensación de hermanamiento muy potente. Nuestra puesta en escena reivindica lo que somos: andaluces y maricones, y nuestra posición en el mundo, a veces de una manera más literal y otras menos. No podemos obviar eso, que somos andaluces y que nos tienen machacaos.

Pero ese día en Valencia Paco de repente dijo: «es que mucha de la gente que estamos aquí junta disfrutando fuera en la calle corre peligro, es que te pueden pegar una paliza y aquí estamos dos vestidos de costaleros, otro con estética drag, otra persona tal…». Nuestro show es un espacio seguro y eso, en tiempos en los que en la calle te pueden matar de una paliza, es muy importante. Es necesario generar y visibilizar estos espacios seguros. Cuando reflexionamos sobre esto nos emocionamos porque se están viviendo momentos muy duros con los ataques a la comunidad LGTBIQ+.

Por ir acabando, y para que José Esteban pueda llegar al fin a la playa, ¿proyectos futuros?

— Paco: Vamos al Teatro del Barrio en Madrid.

— J.E.: Nos va a entrevistar Radio 3. Esto lo soñé yo hace muchos años y ahora se está cumpliendo. Ya solo nos falta que nos hagan una sesión en el Reina Sofía.

— Paco: Y con pensamiento de empezar a producir música propia. Ya tenemos pensados todos los videoclips pero no tenemos la música, así que tenemos que empezar a crearla porque, si no, no vamos a poder grabar los cacho de videoclips que tenemos en mente. Por otro lado, seguimos con nuestros proyectos personales.

— J.E.: Yo continúo con mi espectáculo de teatro Vierdingo: salir de fiesta de un viernes a un domingo. A partir de septiembre vuelven los bolos y, además, empiezo como director de una obra que se llama El Viaje, escrita por Antonio Hernández Centeno que se estrena el 29 de octubre en el Teatro de la Fundición.

— Paco: Yo estoy trabajando ahora también en el vestuario del nuevo espectáculo de la Cía. Milagros.

Por ultimísimo, ¿queréis decirle algo que se nos haya quedado en el tintero a las lectoras de El Topo?

– (Paco) Que son una maravilla y que menos mal que estáis ahí.

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