nº46 | política local

El pulmón verde no se vende

El casco antiguo de Sevilla se ahoga en el cemento. Faltan espacios verdes, parques, árboles, zonas para las mascotas, bancos que no cuesten una consumición… aire para respirar. PERO Todavía hay algún enclave que podría dar ese servicio y, además, es municipal: el «Pulmón Verde», el histórico solar entre Arrayán y Divina Pastora. Pero el Ayuntamiento prefiere venderlo para levantar pisos y que se macice aún más el barrio

El centro histórico de Sevilla está superpoblado, si se tienen en cuenta numerosos parámetros e indicadores dotacionales, medioambientales, habitacionales, de provisión de espacios libres y de verde urbano que le corresponden por su volumen de habitantes. Un problema antiguo, constatado también por el vigente plan general de ordenación urbanística (PGOU) de Sevilla, aprobado en 2006, que estableció un buen conjunto de actuaciones para paliar dichos déficits.

Pero de todas aquellas actuaciones prácticamente no se ha realizado ninguna. Tampoco la prevista en el solar que hemos bautizado como Pulmón Verde; un gran vacío que existe hace decenios entre las calles Arrayán y Divina Pastora, en el barrio de San Luis. Un suelo que se calificó como dotacional educativo público por el planeamiento urbanístico (Plan Especial Alameda-Feria) ¡en 1983! ¡Hace casi 40 años!

Pero todo un rosario de dejaciones y dislates de las administraciones competentes, que entidades vecinales como La Revuelta han venido denunciando por años, han conducido a la inaudita situación actual, en la que, si desde la ciudadanía no conseguimos evitarlo, perderemos en breve y para siempre la posibilidad de que este espacio, este recurso importante y único del barrio, llegue a dar finalmente servicio comunitario.

En pocas palabras, este suelo, compuesto por seis parcelas que suman cerca de 2.400 m², fue expropiado en su día para albergar el equipamiento allí planificado. Pasaron años y años sin que este se construyera. Ello dio pie a que algunos de los antiguos propietarios demandaran en los tribunales recuperar su parcela y ganaran, teniendo que ser además indemnizados por el Ayuntamiento. A fecha de hoy, este ha mantenido la titularidad de cinco de las parcelas, las cuales abarcan algo más de la mitad de la superficie del suelo; mientras que de la parcela restante es copropietario en proindiviso con un particular. Y ambas partes están negociando para que dicha parcela pase por completo a manos municipales, otra vez. ¡Pero, ojo, con la idea de revender todo el conjunto a continuación para la construcción de viviendas!

¿Espacio verde para el barrio o negocio privado?

Casi 2.000 firmas electrónicas ya (firma en bit.ly/PulmonVerde), y creciendo, reclaman este espacio como pulmón verde para el barrio. La Junta
Municipal de Distrito, en su sesión plenaria de febrero, aprobó pedir al Ayuntamiento que no venda este
solar y que lo califique urbanísticamente como «zona verde, de servicios y esparcimiento» para el vecindario.

El Ayuntamiento, no obstante, aboga por vender y que algún promotor llene de pisos el único solar municipal del barrio y del casco antiguo en su conjunto, que puede dar cabida a una zona verde con espacio para actividad física y de ocio variada (futbito, baloncesto, voleibol, petanca, rocódromo. aparatos de gimnasia, etc.) para jóvenes y mayores, al aire libre, entre árboles y a coste cero. Un lugar que dé servicio a las familias con peques y también a la gran cantidad
de mascotas que habitan el barrio, ahora hacinadas en la plaza José Luís Vila; único espacio público que hay por la zona con una relativa amplitud y que no está lleno de veladores.

Venderlo para construir más viviendas en ese solar implicaría, además, más congestión, menor proporción de espacio libre y verde por habitante en un barrio ya superpoblado e infradotado.

Conflictividad social

El barrio es un polvorín que, sin más oxígeno ni espacios verdes, puede explotar. Ya hemos visto cómo,
a consecuencia del hacinamiento, residentes de la citada plaza José Luís Vila han promovido el vallado de la misma (¡y el Ayuntamiento hasta les delega la gestión de su cierre y apertura!). Una actuación costeada, con 47.000 euros municipales, también por quienes estamos en contra del cierre y privatización de los espacios públicos. Unos fondos que se podrían haber invertido en empezar a habilitar el pulmón verde que tanto beneficiaría al vecindario.

La gente más joven del barrio tampoco tiene alternativas de ocio sano, ni un lugar donde jugar, bailar o hacer deporte al aire libre. Por eso rondan plazas y calles pasando las horas, iniciándose incluso, demasiado pronto, en botellonas y pasatiem-pos similares, que tanta inquietud nos generan a sus madres y padres.

Si los diferentes colectivos, familias, mascotas, adolescentes, mayores… tuvieran más espacio, más espacios, un nuevo y gran espacio para disfrutar en y de su barrio, convivirían más gustosa y menos conflictivamente entre ellos y con los residentes.

¿Un alcalde que no cumple su palabra?

En casi todos los barrios hay parques más o menos adecuados para el disfrute de sus residentes. ¿Por qué en el centro se nos veta un pulmón verde habiendo posibilidad de crearlo? Aquí vivimos contribuyentes y familias que no queremos que nos penalicen por vivir en el casco antiguo. La OMS ha asegurado que se necesita, al menos, un árbol por cada tres habitantes para respirar un mejor aire en las ciudades y un mínimo de entre 10 y 15 m2 de zona verde por habitante. Nuestra salud y la de nuestras familias es importante y merece ser defendida.

Conviene recordar también que el Gobierno local (PSOE) firmó un acuerdo con el grupo político Adelante Sevilla en octubre de 2019, con objeto de posibilitar la aprobación del presupuesto municipal de 2020, que incluía el «desarrollo de nuevas áreas que configuren pulmones verdes especialmente en distritos con mayores carencias en este sentido», para lo que «se realizará un análisis específico de la situación del Casco Antiguo con el desarrollo de un primer proyecto en este distrito». Pues bien, resulta que el solar que nos ocupa es el único que podría acoger ese «nuevo pulmón verde» para un distrito que, además, es el peor dotado en espacios libres, zonas verdes y arbolado.

Desde la plataforma Pulmón Verde llevamos más de dos años sensibilizando, reclamando, intentando hablar y convencer de la realidad de nuestro barrio. No queremos más cemento. Queremos y necesitamos urgentemente este Pulmón Verde en el barrio. Y con la colaboración que cada cual buenamente pueda y quiera aportar, seguro que lo conseguiremos.

Nos apoya

Galería Taberna ANIMA, propiedad del austriaco Peter Mair, que en 1985 recaló por el Barrio de San Lorenzo y abrió este negocio.