nº49 | se dice, se comenta

Yo na te pedí

Durante el mes de octubre, en Cádiz pudieron escucharse los siguientes razonamientos y desahogos:

Un martes a las 10:30 de la mañana por la calle Ancha: «Voy a la carnicería y después me siento un ratito, porque estoy reventá.»

Dos muchachas charlan por el paseo marítimo: «Dicen que le afecta más a las mujeres.»

Suenan unos tangos de la Paquera: «Qué trabajito a mí me cuesta pa buscar mi bienestar, qué trabajito a mí me cuesta pa buscar mi bienestar…»

Se escucha a la vecina por el ojo patio: «¡Mamá!, ¡que como me ayudas es sentándote!»

Una muchacha habla por teléfono mientras camina ligera por El Palillero: «Nene que mi madre está mala, que le duele mucho la espalda, los tobillos y la rodilla.»

En la playa un libro de bell hooks reposa sobre la toalla: «Cuando te sientes profundamente atraído por alguien, inviertes sentimientos y emociones en esa persona. El proceso de inversión a través del cual el ser amado se vuelve importante para nosotros se denomina catexis. Muchos de nosotros confundimos la catexis con el amor.»

Dos compañeros de trabajo charlan: «Mis hermanas van mucho a ver a mi madre. Yo no, yo no soy muy madrero. Ahora que está mala voy más, voy cada dos semanas. Mis hermanas se quedan a dormir con ella, se turnan. Yo no, yo no soy muy madrero.»

Tres madres desayunan en un bar: «Si yo me doy cuenta de que alguien necesita algo se lo doy, yo no soy de pedir porque me gusta que me ayuden sin yo pedirlo, como yo hago. Luego vienen las decepciones.»

Dos amigas comparten revelaciones: «¡Claro! La palabra amor no significa lo mismo para todo el mundo.»

Leemos y teorizamos sobre los cuidados, indagamos en qué es el amor y cómo basarnos en el apoyo mutuo. ¿Otra vez vamos a hablar de lo mismo? ¡Sí! Porque, como muestran estos testimonios, es una necesidad social. Al abandonarse a lo que pasa de cerca, al prestar atención a las conversaciones desconocidas que nos rodean, podemos conocer mejor que está pasando fuera de los textos, y en lo real se repiten las cadencias de las coplas de antaño.

Nos apoya

Nuestro nombre pretende ser un humilde homenaje a Syd Barrett, fundador y líder de Pink Floyd, que posteriormente tuvo que dejar la banda por los problemas mentales derivados del consumo de LSD. Un genio que pasó como un rayo por el mundo de la música. Al igual que él, muchos libros pasan por el mundo siendo rayos fugaces, cuando su interés no debería haber desaparecido nunca.

Desde Editorial Barrett no nos olvidamos de esos libros y queremos que todo el mundo los conozca, que se hable de ellos, que formen parte de nuestras vidas y de nuestras futuras mudanzas.El logo de Barrett hace referencia a Bike una de las canciones más surrealistas de Syd y que define nuestra línea de trabajo. «Tú eres la clase de persona que encaja en mi mundo. Te daré cualquier cosa. Lo que sea, si tú quieres cosas».

Queremos sorprenderte, si lo que tú quieres es que te sorprendan.

Esperamos que como lectores os apasione caminar junto a esta panda de locos.