nº48 | política andaluza

BOMBEROS/AS FORESTALES… SIN DERECHOS LABORALES

El dispositivo INFOCA está amenazado de privatización. Ya desde hace años, se viene desmontando. Cada vez son más lxs bomberos/as forestales eventuales contratados de manera ilegal. El próximo 15 de octubre, unas mil personas irán a la cola del SAE, debilitando las labores preventivas y la profesionalización del dispositivo.

En un contexto de cambio climático y abandono del medio rural, los incendios forestales son una realidad cada vez más exigente y peligrosa en Andalucía. En los últimos años, hemos vivido incendios que han llevado al límite la capacidad de nuestro dispositivo de extinción, como fueron los de Doñana o Almonaster. En el futuro es esperable que este tipo de incendios masivos se hagan más comunes.

Sin embargo, el dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales de Andalucía, INFOCA, lejos de estar siendo reforzado, está bajo amenaza. Recientemente, se publicaron los resultados de una auditoría realizada por consultoras como PricewaterhouseCoopers (PwC) a petición de la Junta de Andalucía, en el que se abogaba por privatizar el servicio, reducir personal y rebajar las condiciones laborales marcadas por el convenio.

Lejos de ser una auditoría neutral e independiente, PwC es una consultora de dudosa reputación, conocida por su lucrativa relación con el partido que gobierna Andalucía. Fue condenada por lucrarse de contratos fantasma a cambio de financiar al PP, ha sido condenada por fraude fiscal y es famosa por sus puertas giratorias, acogiendo entre sus filas a ministros y presidentes como Jaume Matas (encarcelado por corrupción), Luis de Guindos, Jordi Sevilla o Ramón Bonastre.

Por lo que vemos, la lucrativa relación continúa viento en popa: el Gobierno andaluz ha pagado 10 millones de euros a las auditoras en solo un año. Y ya que hablamos de pasta… no queremos dejar pasar el siguiente dato: consultando la tarificación aplicada en el año 2020 por AMAYA (la agencia pública que nos contrata a los/as bomberos/as forestales en Andalucía) y TRAGSA (la principal empresa del sector a nivel estatal), ¡la contratación pública es 8 € más barata por hora!

MENOS EMPLEO FIJO, MÁS EMPLEO TEMPORAL

La amenaza de la auditoría es real, y debe ser tomada muy en serio. Sin embargo, no podemos olvidar que

INFOCA ya viene desmantelándose desde hace alrededor de 15 años. Durante esos años, mayoritariamente con el PSOE en el Gobierno, se ha ido sustituyendo empleo de calidad y estable por otro temporal y precario.

La elevada edad media de lxs bomberxs forestales de INFOCA ha hecho que las jubilaciones sean algo común durante ese periodo. Pero las plazas que han salido a concurso para reponer esas bajas han sido muchas menos. Como resultado, el dispositivo INFOCA cuenta hoy con numerosas vacantes sin cubrir. Estas plazas vienen ocupándose exclusivamente en el periodo de alto riesgo de incendios forestales (1 de junio-15 de octubre) con contratos temporales, fraudulentos e ilegales.

Cuando un empleado/a público/a se jubila, se debe contratar a un interino o interina como reemplazo hasta que la plaza salga a concurso y se adjudique de manera definitiva. Sin embargo, en INFOCA se hacen contratos temporales «por circunstancias de la producción», que, si tienes la suerte de trabajar cada año, se encadenan campaña tras campaña.

Esto supone una inestabilidad vital grande para los/as eventuales, que nunca sabemos si el año que viene podremos trabajar o no, o dónde lo haremos. Al vernos obligadas/os a superar cada año las pruebas físicas, una torcedura de tobillo en un mal momento o un simple resbalón durante las pruebas pueden hacernos perder el empleo. Además, las bases de la bolsa de empleo temporal suelen cambiar la forma de baremar los méritos, de manera que un año puedes estar arriba y al año siguiente no ser llamado.

Actualmente, sumando vacantes, contratos-relevo y sustituciones, el número de temporales en INFOCA ronda las 1 000 personas. El número exacto no lo conocemos, ya que AMAYA no publica la relación de puestos de trabajo (RTP), a pesar de ser una agencia pública.

NO SOLO UN PROBLEMA LABORAL…

Esta situación no es solo un problema de índole laboral, sino que afecta a la calidad del servicio de emergencias que presta INFOCA. Durante el invierno, el dispositivo queda muy debilitado, por lo que las labores preventivas que realizamos durante esa época se ven mermadas. Además, cada vez más, los incendios forestales están perdiendo su estacionalidad y, debido al cambio de condiciones climáticas, suelen producirse incendios forestales fuera del periodo de alto riesgo.

Sin ir más lejos, durante el pasado invierno ha habido el mismo número de grandes incendios
forestales en Andalucía (+ de 500 ha), que durante lo que llevamos de verano al cierre de este artículo.

También hay que valorar que los/as bomberos/as forestales no solo nos dedicamos a incendios. Atendemos otras situaciones de emergencias como pueden ser despejar caminos bloqueados, búsqueda de personas y rescates en el medio rural, inundaciones, nevadas, etc… Todas esas labores que realiza INFOCA también se ven debilitadas al perder mil componentes durante más de siete meses.

Por último, la eventualidad supone una pérdida de profesionalidad del servicio. Imaginad una futbolista que es contratada por su equipo el mismo día que comienza la liga. Evidentemente, no habrá tenido tiempo de entrenar físicamente, no estará integrada en su equipo y no estará familiarizada con su nuevo contexto. Esto es lo que nos pasa a los/as bomberos/as forestales eventuales: somos contratados/as y desde el primer día estamos en periodo de alto riesgo.

Nos tenemos que enfrentar a esfuerzos físicos comparables al deporte de élite sin haber recibido un entrenamiento profesional previo, nos integramos en una unidad (retén o brigada) en la que la compenetración y el trabajo en equipo es vital sin haber podido practicar antes, y, en el caso de los/as novatos/as, es inevitable que su inexperiencia repercuta en su conocimiento en el manejo de las herramientas de trabajo y de las técnicas de extinción.

Además, no deja de ser triste ver cada año a grandes profesionales, bomberos y bomberas forestales capaces, dedicados/as y con experiencia, abandonar porque han encontrado un empleo estable en un sector cualquiera. Perdemos gente de talento y arrancamos la campaña con el dispositivo lleno de gente sin experiencia. En mi primer incendio (en Extremadura), fuimos cinco nuevos y un compañero con dos campañas anteriores. Una temeridad completa.

La profesionalidad se compone de formación, entrenamiento, práctica y experiencia. Es imposible reunir esos requisitos con contratos temporales de 4 o 5 meses. Menos, en una actividad extrema como es la de los/as bomberos/as forestales.

LAS INSUFICIENTES PLAZAS, PARA MILITARES

Ante las críticas, el Gobierno andaluz suele sacar pecho destacando que bajo su mandato se han encadenado varias ofertas de plazas fijas (OPE) en INFOCA. Lo que nunca mencionan es que las nuevas bases bajo las que se han ofertado esas plazas favorecen descaradamente a los/as militares de la UME.

La experiencia de cualquier militar de la UME es considerada equivalente a la de un/a bombero/a
forestal, realice o no funciones respecto a incendios forestales. A quienes se ocupan de conducción, logística o transmisiones en la UME se les puntúa como bombero/a forestal, mientras a quien opera una autobomba en INFOCA no. Por otra parte, se considera a cabos de la UME como bomberos/as forestales, aunque su función en realidad es equiparable a la de jefes/as de grupo.

Como resultado, la adjudicación de plazas en la última OPE ha dejado de lado al colectivo de eventuales de INFOCA, que, con hasta diez campañas consecutivas, se han quedado fuera de plazas, beneficiando a los y las militares. Lamentablemente, la intención es que este tipo de bases se repitan en próximas OPE.

Por nuestra parte no queremos excluir a ninguna persona de fuera del dispositivo para que pueda pelear por una plaza fija, ni mucho menos. Pero queremos que esa asignación sea en pie de igualdad, en función del mérito y capacidad que cada candidato/a pueda demostrar. No podemos tolerar que después de soportar años y años de precariedad, ahora además nos dejen fuera de las insuficientes plazas que salen por una decisión política.

SI QUIEREN GUERRA, ¡GUERRA TENDRÁN!

Con este panorama, los y las eventuales de INFOCA nos encontramos las puertas cerradas. El destino que nos han preparado es encadenar como temporales los años que seamos capaces de aguantar antes de rendirnos y buscar una salida laboral en otro sector. Pero ya hemos despertado y hemos decidido plantar batalla contra la precariedad y el abuso. Nuestro futuro se decidirá con lucha.

Los sindicatos mayoritarios en la empresa, que han respondido a la amenaza de privatización, no se han movido hasta la fecha con la misma contundencia para el combate contra la temporalidad fraudulenta en INFOCA. No es casualidad que desde el colectivo de eventuales haya surgido una asociación autogestionada en primera persona por nosotrxs mismos, Movimiento INFOCA; y que algunos/as de nosotros/as, además, estemos buscando impulsar un sindicalismo alternativo y combativo.               

Esperamos y deseamos que a partir de ahora podamos sumar fuerzas para la movilización. Tenemos los ejemplos de Castilla-La Mancha, Valencia o Aragón, donde los sindicatos con representación han convocado huelgas durante este verano. Pero si siguen despistados, no vamos a esperar más. No nos lo podemos permitir, nos va el futuro en ello. Y el de los montes y bosques de Andalucía que protegemos.

Nos apoya

La Fuga es una librería a la vez que plataforma de encuentro y acción social. Está centrada en poesía y narrativa, en tebeos, así como en teoría sobre los movimientos sociales, políticos y artísticos.
Pretende ofrecer un posicionamiento frente al estado de las cosas, dar herramientas para una mejor comprensión de los fenómenos locales y globales, además de intentar, dentro de sus limitaciones, ser un lugar de reflexión y de propuestas creativas, de intervención; un espacio de aprendizaje y acercamiento, de colaboración entre gentes y prácticas, más allá de las intenciones económicas propias de todo negocio.