Radiópolis es el medio comunitario de referencia de Sevilla. Durante sus ocho años de existencia ha dado voz a las reivindicaciones de los barrios, ha abierto sus puertas a los colectivos sociales, ha puesto en marcha el primer Festival de Música Libre y forma parte de redes de medios comunitarios estatales y latinoamericanas. Su trabajo ha sido reconocido con varios galardones, entre ellos el premio a la defensa de los DD. HH. otorgado por APDHA. Estos días se encuentran en plena negociación con el Ayuntamiento que intenta desalojar la emisora de la Torre de Torneo. Cientos de personas han mostrado su apoyo a Radiópolis reclamando que se quede. Entrevistamos a María Limón y Hazeína Rodríguez, de la Asamblea de Radiópolis.
El Topo: La antigua Torre del cambio de agujas de Torneo (de titularidad municipal) es el emblema de Radiópolis y en ella se ubica desde 2007 cuando el propio consistorio le cedió el espacio. Ahora, el Ayuntamiento la incluye en los terrenos que dará a la compañía teatral La Imperdible para su reubicación. ¿Qué ha pasado y en qué momento os encontráis?
María Limón: El conflicto surge porque el terreno previsto como equipamiento social para la construcción del teatro de La Imperdible no puede dedicarse a ese fin, ya que en ese espacio se prevé la construcción de un puente desde Torneo hasta la torre Pelli. A partir de ahí, el Ayuntamiento le ofrece a La Imperdible el terreno adyacente a nuestra torre y, de paso, la torre. Esto genera una primera reunión donde nos trasladan la necesidad de reubicarnos, pero a la vez ha supuesto la activación del proyecto y nos ha permitido comprobar el inmenso apoyo con el que contamos… y esto nos hace muy felices, porque en los desiertos de la gestión de repente ves que hemos sembrado. En cuanto al momento actual, en la asamblea que celebramos el día 15 de marzo decidimos que Radiópolis se queda en la Torre y por eso es por lo que vamos a luchar. Estamos absolutamente legitimadas para quedarnos y tenemos toda la documentación que así lo demuestra.
ET: ¿Qué es Radiópolis y cómo ha evolucionado en estos ocho años?
Hazeína Rodríguez: Radiópolis es un confluir de muchas diversidades. Es un ente muy vivo. Por allí pasan muchísimos colectivos y personas, no solo quienes hacen la radio sino quienes a lo largo de estos ocho años han sido entrevistadas de una forma diferente a como se hace en otras cadenas. Radiópolis también es una forma de generar conocimiento, de potenciar los debates que se dan en los barrios y de visibilizar historias que no salen en otros medios.
ML: Radiópolis emite 50 programas, y eso es mucho en una radio comunitaria. Por otro lado, al ser una actividad vinculada al voluntariado van y vienen los contenidos y las personas que intervienen y eso le da dinamismo. Radiópolis es espontaneidad. El primer programa se improvisa, no hay una metodología (que debería haberla) pero eso también te da riqueza. Se trabajan las entrevistas conjuntamente. La línea entre entrevistador y entrevistado es difusa. También es un espacio cultural con la Torre Encendida y la realización de conciertos y actividades.
Ahora el discurso de Radiópolis ha incorporado otros lenguajes, se ha abierto una vía a la cultura libre, a redes como la de decrecimiento, al cooperativismo social. Se ha renovado muchísimo en estos ocho años. Empezó como un proyecto dentro de los presupuestos participativos en el que no había demasiada participación ciudadana.
HR: Pero la falta de esos presupuestos ha recuperado la participación.
ML: La crisis ha causado la desaparición de algunos medios comunitarios, pero también supone una oportunidad. Ahora en Radiópolis el discurso es el de quienes estamos reinventando fórmulas para convivir de otra manera y construir un modelo social distinto. Otro elemento fundamental de esta nueva etapa es la colaboración con otros medios que no son radio.
HR: Con ellos intercambiamos contenidos en diferentes formatos transmedia, pero también participamos en la Red de Medios Comunitarios (ReMC). Emitimos programas que se hacen en Madrid, Galicia o Asturias y allí se emiten programas de aquí. Eso nos permite conectar distintas realidades locales similares. También formamos parte de la red latinoamericana.
ML: La retransmisión en directo de un acontecimiento como las Marchas de la Dignidad del año pasado, con un millón y medio de personas en la calle, fue posible gracias a esa red. Ningún otro medio lo hizo. El trabajo en red en esta etapa es la gran revolución de Radiópolis.
HR: Y a nivel legislativo se ha hecho un trabajo enorme en el último año y medio con el Foro Andaluz de Comunicación. Hemos elaborado parte de la nueva propuesta de Ley Andaluza Audiovisual.
ML: También en colaboración con la ReMC. Por ejemplo, hemos propuesto que el Consejo Audiovisual de Andalucía sea participado por la ciudadanía. Eso es un cambio acorde con todo lo que se está reclamando desde la nueva política y los nuevos partidos. Y todo esto unido a los tres tercios, la reivindicación de que el espacio radiofónico sea repartido.
ET: ¿Por qué son importantes los medios comunitarios?
HR: Fomentan la participación y el empoderamiento de los propios colectivos que participan. No es posible la instrumentalización que hay en otros medios porque son los propios protagonistas quienes cuentan su historia.
ML: Y están enraizados en una comunidad. Reflejan esa comunidad porque van desde lo local a lo global. Otra de las funciones que cumplen es que facilitan que la gente tome conciencia de ese derecho a contar su propia versión de los hechos.
ET: ¿Cuál es el estado de salud actual de Radiópolis, más allá del conflicto actual?
HR: A veces, como ahora, parece que vivimos en colapso permanente, pero ese colapso es el que te ayuda a resistir y a ser creativa, a reinventarte para seguir adelante. Es verdad que no es la situación ideal y no debería ser así. Hay muchas historias que cubrir, y es muy desagradecido porque no sabes si vas a seguir existiendo mañana.
ET: ¿Cómo fomentáis la participación?
ML: Hay diferentes formas de participar en Radiópolis. Abrimos espacios, comisiones de trabajo, llamamientos, etc. Se puede participar haciendo un programa pero también colaborando en la gestión del medio. Estas últimas semanas han sido muchas las personas y colectivos que han apoyado a Radiópolis en su reivindicación. Muchas ciudadanas que han hecho suyo el mensaje de «Radiópolis se queda». En la Asamblea del día 15 de marzo participaron más de 70 personas proponiendo ideas, estrategias, apoyos e involucrándose en las diferentes comisiones de trabajo que se han creado.
Pero en el día a día, los propios programas atraen a su gente. El boca a boca funciona, teniendo en cuenta que cualquiera que llega a la radio y plantea que quiere hacer una cuña para una manifestación, por ejemplo, la hace.
HR: Gestionar un medio requiere ya de por sí muchísima participación. Y hay que tener en cuenta que el derecho a la comunicación es mucho más difícil de vender que el derecho a la vivienda o el empleo. Parece un derecho en segundo plano, aunque para nosotras sea evidente la importancia de la comunicación: la información es poder y contrapoder.
ML: En general, no se es consciente de lo que supondría un apagón informativo ni de las consecuencias de la Ley Mordaza, el canon, etc. No se es consciente de que sin información estamos muertas. La pluralidad informativa se da por hecha, como algo adquirido automáticamente con la democracia. Los medios públicos no se cuestionan. No se exige el derecho de acceso que se incumple de manera reiterada e insidiosa. Nosotros hemos pedido a la RTVA que nos den medios técnicos porque es nuestro derecho, porque son públicos y así se garantiza el derecho de acceso.
ET: ¿Creéis que Radiópolis ha conseguido llegar a los barrios de la ciudad?
ML: Radiópolis surgió dentro de unos presupuestos participativos como la radio de los barrios de Sevilla. No era como otro medio comunitario que está vinculado a un barrio concreto sino a toda Sevilla y veíamos que esa función no se estaba cumpliendo. ¿Cómo lo articulamos para llegar a ellos? A través de los informativos. Las radios comunitarias normalmente no tienen informativos propios porque es muy costoso y muy complicado. Eso ha sido un gran paso en Radiópolis y ha supuesto mucho trabajo, pero yo creo que es la mejor manera de llegar a los barrios.
HR: Por otra parte, aunque muchos de los colectivos que participen sean del centro, los temas que tratan son transversales: soberanía alimentaria, tratado de libre comercio…
ET: ¿Qué le diríais a la gente que aún no os escucha?
HR: Los programas de la radio comunitaria no tienen nada que envidiarle a los programas de los medios convencionales. Tienen mucha calidad y, más allá de los contenidos, lo importante es el compromiso que hay detrás.
ML: Transmiten calidez. Aunque es otro formato y hay que hacer el oído a consumir de otra manera ¿Qué le diríamos a la gente? Pues, como con El Topo: que es difícil pararse a leer o a escuchar algo en profundidad, pero merece la pena.
HR: Y si contáramos con más medios y todo fuera menos precario, los programas serían aún mejores.
ML: En relación a la financiación, reclamamos un modelo mixto (autogestión más financiación pública) como el que se da en otros medios. Hace unos meses visitamos Argentina invitadas junto a Onda Color y La Trama ComunicAcción con el proyecto E-MOTIVE. Allí conocimos una emisora, La Tribu, que lleva 30 años y funciona con ese modelo, lo que permite que una serie de personas que están implicadas en la radio tengan un salario mínimo, aunque sabemos que esto genera debate entre los medios comunitarios. Yo creo que lo público hay que resignificarlo, el dinero público es nuestro también. Partiendo de eso, entendemos que las personas que están gestionando el medio de manera más intensiva tienen derecho a una retribución y eso es posible con un modelo mixto. Allí lo hacen porque están amparados por una ley audiovisual que les permite, por ejemplo, tener publicidad, aunque vinculada a la economía social y colectivos locales. Nosotros la tenemos prohibida por ley y esa es una de nuestras reivindicaciones. La publicidad de lo local también te vincula a la comunidad.
Ahora estamos debatiendo un modelo de esas características en el que conviva la financiación pública con la autogestión, sin perder esta como tronco central.
ET: Otra parte fundamental de Radiópolis es el Festival de Música Libre.
ML: El festival es nuestra marca. Este año celebramos la quinta edición. El año pasado hubo 150 solicitudes de grupos para participar. Para Radiópolis es una fuente de ingresos fundamental porque teníamos deudas anteriores. Además, genera comunidad, promociona la música local… La radio sevillana para difundir grupos locales es Radiópolis, hay 4 o 5 programas dedicados a la música local.
ET: Vuestro trabajo ha sido reconocido con varios premios, entre ellos el de Derechos Humanos de APDHA.
ML: En esta nueva etapa hemos recibido tres premios: el Premio Andaluz de Entidades de Voluntariado en modalidad comunicación, la contramedalla andaluza de la CGT y el de Derechos Humanos de APDH.
HR: Pero los más emocionantes son los que vienen de la base social que son los que ratifican que tu trabajo está siendo bueno. Tanto el de CGT como el de Derechos Humanos reflejan eso. Además, estos premios son para toda la gente que hace posible la radio.
ML: El de Derechos Humanos ha sido especialmente emocionante. Los derechos humanos son nuestro referente por lo que su reconocimiento es muy importante.
ET: ¿Qué suponen para el futuro de Radiópolis tanto los premios como el apoyo que estáis cosechando a raíz de la amenaza de desalojo?
ML: Te das cuenta que cada vez está más consolidada. El apoyo que sentimos nos da más ánimo para seguir. Hasta ahora, la actividad de Radiópolis ha sido grande, pero a partir de esta experiencia y del calor que nos está transmitiendo la gente participando en la campaña de distintas maneras (con sus fotos, sus mensajes, su implicación en los grupos de trabajo y las asambleas), creemos que va a ser mayor. Con tanta gente alrededor, ¿quién no se siente capaz de defender hasta el final un proyecto que es de todas y para todas? Un medio de comunicación comunitario es fundamental en estos tiempos. No solo por la pluralidad de voces que existen, sino por el modelo de gestión y participación que practicamos.
ET: Un mensaje de despedida.
HR: ¡Agarrad los auriculares porque esto no ha hecho más que empezar!
Puedes escuchar Radiópolis en el 88.0 FM de Sevilla o en http://radiopolisradio.blogspot.com.es/