Si piensas que los inmigrantes cometen más delitos y planteas que no les ayudemos, tendrán menos recursos aún de los que ya tienen, estarán más desplazados de lo que ya están, y se verán más abocados a cometer delitos para cubrir sus necesidades. El inmigrante al que tú señalas, fachapobre, no te está quitando ningún trabajo, es la plusvalía que se lleva el empresario y que engorda sus beneficios, y el capitalismo que lo sostiene, quienes te están robando y limitando tus derechos laborales. El inmigrante solo es el sector de la sociedad que está inmediatamente por debajo de tu nivel, con menos contactos en un país desconocido, y sufriendo las consecuencias del Sistema mucho más duramente que tú, así que tu conflicto con él es una lucha sin sentido e inhumana de penúltimo contra último. La rabia nunca para abajo, incluso ni para el lado: la rabia siempre parriba. La rabia hay que dirigirla contra esos poderes económicos con los que compartes pensamiento racista pero no riqueza, sino prejuicio inoculado por sus medios de comunicación.
Si colocamos nuestras fábricas de producción contaminantes y generadoras de injusticias y condiciones laborales lamentables en sus países, si enviamos nuestros barcos pesqueros a esquilmar sus mares y vaciarlos de peces, si extraemos sus recursos naturales a través de su mano de obra superinfrarremunerada, si creamos inestabilidades políticas para construir Estados fallidos en los que es más fácil explotar su petróleo, sus minerales y sus habitantes, ¿qué esperamos?
Lo menos que podemos hacer es acoger a quien logre salir de esos infiernos creados por nuestra indiferencia hacia las consecuencias de nuestra sociedad de consumo. Lo mejor que podemos hacer como país, y que nos piden continuamente desde los países de origen, es dejarles en paz, dejar que ellos mismos dirijan su desarrollo, sus recursos naturales, su vida. Dejar de explotarles. Terminar con el colonialismo. Lo mejor que puedes hacer, fachapobre, es que te dieses cuenta.
