nº12 | construyendo posibles

La Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda en Sevilla

Desde octubre de 2011, en diferentes ciudades del Estado comenzó un proceso para tejer una red ciudadana que pusiera pie en pared a la generación de deuda, con indicios de ilegitimidad, que el Gobierno español y los gobiernos autonómicos y locales, junto con la Unión Europea, estaban utilizando como justificación para aplicar sus políticas de austeridad.

El 25 de marzo de 2012, este proceso tomó forma con la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD), conectándose desde el principio con la Red ICAN y el CADTM (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo), fundado en 1990, con presencia en más de 25 países de 4 continentes.

En junio de 2013, se constituye el nodo local de la PACD en Sevilla a iniciativa de un grupo de personas que provenían de distintos espacios y colectivos, conectados por el 15M y tras unas jornadas organizadas por Izquierda Anticapitalista sobre la cuestión de la deuda. Cada uno/a desde su trayectoria de movilizaciones, análisis y denuncias, se había hecho consciente de la importancia de la deuda, de cómo su crecimiento exponencial era la causa y el origen de todos nuestros males.

Nos unió la certeza de que la deuda no era una cuestión de expertos, sino que había que extender el debate y las propuestas a la calle para hacerle frente, sobre todo, desde la ciudadanía. Arrancamos nuestro nodo, con tres ámbitos de actuación diferenciados:

El primero, de análisis teórico y metodológico, necesario para definir en qué contexto socioeconómico y político se desarrolla la deuda, qué deudas queríamos auditar, quién debería participar en este proceso, cómo y con qué objetivos. En este ámbito se han realizado talleres de formación, jornadas propias, participación en distintos foros estatales e internacionales y se ha colaborado en la redacción de un informe sobre el rescate bancario.

Un segundo ámbito de difusión y sensibilización. Necesitábamos hacer más accesible el lenguaje, sacar el debate de los grupos minoritarios ya sensibilizados a las redes sociales y a la calle, para sumar apoyo social a un tema complejo que genera confusión e incertidumbre a la población en general. Para ello, elaboramos materiales audiovisuales y campañas en redes sociales, y participamos en todos los espacios de debate, actos y conferencias donde tenemos oportunidad.

Por último, el ámbito de la movilización y la organización, necesario para dejar constancia de nuestras reivindicaciones: el no pago de la deuda que la ciudadanía considere ilegítima. Para ello, impulsamos acciones en la Semana de Acción Global contra la Deuda, que se celebra en octubre, y nos sumamos a las movilizaciones existentes en la ciudad, aportando el análisis transversal y las reflexiones que venimos desarrollando desde la PACD.

Tras una primera etapa de crecimiento centrado en la autoformación y la difusión, centramos nuestros esfuerzos en concretar una estrategia sobre el proceso de auditoría, de forma que sirviera como herramienta para la concienciación y repulsa hacia la deuda. Por ello, una de nuestras líneas principales ha sido el impulso de los Observatorios Ciudadanos Municipales (OCM). Están apareciendo por toda la geografía española, acercando a la población toda la información para la supervisión y el control del gasto en la administración pública.

Su desafío es doble: enfrentarse al silencio y la opacidad de la administración, y usar un lenguaje claro que todos podamos entender. La deuda de los municipios no es solo con los bancos. Existe una deuda tan importante como esta, y es con la ciudadanía. Necesitamos conocer, tener información y difundirla para que el control sobre nuestros gobernantes sea mayor y para que se sepan vigilados por una herramienta independiente y ciudadana.

Uno de nuestros retos para este nuevo curso es el impulso de un OCM en nuestra ciudad, para ello toda colaboración será poca y desde este artículo hacemos un llamamiento a quienes queráis participar en este proyecto, para que contactéis con nosotros. El pasado 24M se hizo patente, mediante la eclosión de las candidaturas de unidad popular, el potencial de una mayor implicación de la sociedad en política, de involucrarse en la gestión de lo común y de la búsqueda del buen gobierno.

El mandato de la ciudadanía ha sido claro: no solo queremos nuevos representantes, también queremos una nueva forma de política donde ser escuchados y donde podamos conocer todas las actuaciones de nuestros gobiernos. Estamos cansadas de pagar por aquello que no queremos y que, en muchos casos, no debemos.

Como producto de estas demandas emitiremos este mismo septiembre un documento marco con las medidas que entendemos imprescindibles para abordar el problema del endeudamiento local, exigiendo mayor transparencia de las cuentas municipales y de la gestión de los recursos públicos. Estas medidas van, desde la publicación y difusión de modificaciones presupuestarias, listado de servicios externalizados, etc., hasta la implementación de una Auditoría Ciudadana de la Deuda que señale responsabilidades en la gestión y evite situaciones corruptas e ilegítimas en el futuro.

De llevarse a cabo, estaremos más cerca de frenar el endeudamiento que nos devuelve a la espiral recortes-pobreza y corrupción. En este sentido, son vitales en esta estrategia experiencias como la moción del Ayuntamiento de Morón, que declara parte de su deuda ilegítima; la creación de los OCM en Espartinas o Alcalá de Guadaira; y la consolidación de la Red de Auditorías Municipales de Andalucía (RAMA) que impulsamos en noviembre de 2014 con la intención de compartir experiencias y unir fuerzas. Han pasado muchas cosas en poco tiempo, pero estamos, sin duda, ante un gran cambio histórico.

En noviembre de 2014, la PACD-Sevilla se incorporó a la Red Andaluza contra el TTIP, formada por 18 colectivos, y con ella a los movimientos a nivel estatal e internacional contra la firma del TTIP. Este tratado tendrá incidencias sobre la deuda soberana y la pérdida de bienes y derechos de la ciudadanía. En palabras de nuestro compañero David García: «El TTIP es la mayor amenaza que la mayoría de la población europea hemos vivido, y pararlo no puede ser ya solo nuestro objetivo, sino que debe convertirse en nuestra obligación máxima para con las generaciones que nos seguirán».

¡NO DEBEMOS, NO PAGAMOS!

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