nº53 | todo era campo

Nunca te cases con un camarero

ANÁLISIS VIVENCIAL DE SAN PEDRO ALCÁNTARA

Armarios llenos de camisas blancas y pantalones negros. Camareros y camareras salimos de casa a mediodía oliendo a limpio para ir a trabajar, con el pantalón puesto y la camisa recién planchada colgando de una percha. Aún arrastramos el cansancio del día de ayer, es lo que tiene el verano: hay mucho trabajo. «Aquí no hay otra cosa, San Pedro vive del turismo», me dice un camarero viejo, pero esto no siempre fue así.

ANTES DEL TURISMO

San Pedro Alcántara tiene sus orígenes en la colonia agrícola del mismo nombre que fundó  Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués del Duero, en 1866. Aunque ya había un pequeño núcleo de población, este teniente coronel nacido en Argentina, compra la finca beneficiado por la ley de desamortización general y decide llevar a cabo su proyecto de innovación: una colonia agrícola que contó con la tecnología más puntera y que convirtió a San Pedro Alcántara en un referente europeo en cuanto a grado de especificación, calidad y variedad de sus cultivos, de los que actualmente no queda absolutamente nada. La colonia supuso que muchas personas de toda Andalucía y del levante vinieran a vivir a estas tierras. ¿Por qué eligió este lugar? Por su microclima de temperaturas cálidas todo el año, por la fertilidad de las vegas de sus ríos, por la cercanía de la montaña y la riqueza del Mediterráneo.

EL GRAN INVENTO

El marqués no supo gestionar del todo bien los recursos y fue perdiendo parte del territorio de la colonia. En los años cincuenta del siglo XX comenzaron a darse las primeras relaciones de compraventa de sol y playa. Un pequeño hotel creó unas postales con imágenes del litoral acompañadas del lema The sunny coast. Ahí surgió el producto llamado hoy «La Costa del Sol», reclamo para un turismo que solo busca ocio. Es curioso que en las guías de viaje de la época se obviara la situación política del país. España se mostraba no como una dictadura, sino como un lugar amable con las visitas. Algunos establecimientos hosteleros dieron cobijo a criminales nazis, que encontraron en estas tierras un agradable refugio.

En esa época apareció el fascista José Banús, arquitecto del Valle de los Caídos, y construyó lo que sería uno de los puertos más caros y lujosos del mundo: Puerto Banús. Un espacio habilitado para la jet set y la clase alta internacional. Personas de la serranía y de diferentes puntos de España y el extranjero se establecieron aquí y encontraron trabajo sirviendo a esas gentes. Crecí haciéndome fotos con Ferraris, viendo a extraños beber champán en yates, reflejándome en una realidad ajena.

La urbanización desmesurada tanto del monte como del litoral hacen que los 200 km de esta costa soleada conforme una hilera de construcciones sin pausa. Esa es una de las características que impiden que San Pedro sea un municipio autónomo y dependa política y económicamente de Marbella. La Asociación Pro Independencia de San Pedro lleva desde los años noventa luchando por la segregación, ya que existe una gran diferencia entre la inversión pública que se hace en Marbella, donde buena parte de la recaudación se destina al mantenimiento de la ciudad y a la prestación de servicios a la ciudadanía, y la dotación a San Pedro, que sufre los síntomas del descuido y el abandono en muchos aspectos, tanto culturales como en cuanto a infraestructuras y mantenimiento. En 2011, la Junta vetó la petición de autonomía impulsada por este colectivo ya que no existe un mínimo de 7 500 metros de separación entre ambos núcleos.

En esa misma década, Jesús Gil, especulador que ya había hecho algún que otro destrozo con sus proyectos inmobiliarios, se presenta a la alcaldía. Nunca olvidaré cuando, una tarde de campaña electoral, llamaron al timbre de mi casa. Abrimos la puerta y un mensajero nos entregó un paquete. Este contenía una cinta VHS que pusimos en el vídeo; y nos tragamos el mitin de Jesús Gil grabado especialmente para llegar a cada uno de los salones del pueblo que creería en sus promesas. Durante su gobierno, el Grupo Independiente Liberal se dedicó a especular con el dinero público, a acaparar el espacio público, a construir de forma desmedida y a destruir el entorno. Aún sigue escuchándose que «Gil hizo mucho por Marbella», que «la puso muy bonita».

San Pedro Alcántara ha sufrido en los últimos años un proceso de desarrollo urbanístico local que ha arrasado con la simbología y los espacios tradicionales que han sido el escenario vital de sus habitantes. Si urbanizar hasta no dejar un trozo del horizonte sin cemento no era suficiente, las plazas ajardinadas con fuentes han desaparecido en su totalidad, dando lugar a explanadas sin vegetación con chorros de agua que funcionan a duras penas. La herencia fascista sigue presente en el municipio de Marbella, cuyo gobierno está en manos del PP desde 2007.

VIOLENCIA

Mi madre me lo decía de chica: «Nunca te cases con un camarero». De esto no hace muchos años, pero su advertencia forma parte de la historia. Es verano y todo vale: julio y agosto sin un día de descanso; jornadas laborales de más de doce horas; turnos partidos con un rato para ducharte y afeitarte; comer a deshoras; llegar de madrugada a casa cuando el resto de la familia ya está acostada. El cuerpo no da para mucho más que trabajar y descansar. Esto me lo dijo mi madre una noche antes de quedarnos dormidas en el sofá con la tele puesta.

Actualmente en San Pedro Alcántara es muy complicado independizarse, cumplir tus sueños. Los precios de los alquileres y el nivel de vida centrifugan a los paisanos y paisanas a otros pueblos. Resulta muy difícil vivir en un sitio pensado para quien viene y va, no para quien está. Reflexionando sobre este tema he sido consciente de que la vida de las personas que trabajamos en el sector de ocio y servicios está íntimamente ligada a la dependencia de la propina y las comisiones por ventas. La explotación laboral y los sueldos siempre insuficientes hacen soñar con ese cliente o clienta que por gracia divina decide obsequiarte con una cantidad extra de lo que le sobra, de dinero. Es una posibilidad sabida, un deseo constante que se queda pegado en la postura y la sonrisa. En este apartado quería hablar de los atropellos y asesinatos que salen a veces en las noticias, ya que Marbella es el epicentro europeo de diferentes mafias y del tráfico de drogas. Convivimos con ese runrún de fondo, nunca hay información suficiente. En cierta manera vivimos también de todo esto sin llegar a ser partícipes. Pero al final he hablado de otras violencias, las de cerca, las del día a día.

Nos apoya

Las comadres somos la comadre Vanesa y la comadre Begoña, dos amigas que nos conocemos desde hace ya varios años y que hemos tenido la suerte y oportunidad de emprender este camino juntas. Contando con que las dos tenemos una capacidad innata para relacionarnos con todo aquello que se mueve, sabíamos que teníamos que trabajar de cara al público y si estábamos sintiendo el proyecto como algo nuestro, mejor que mejor. Un proyecto que fuera una forma de vida y una apuesta por un futuro saludable y responsable. Para llevarlo a cabo y sentirlo aún más nuestro decidimos quedarnos en el barrio y así ha sido. Gracias al apoyo de familiares y amigos hemos podido “poner en pie” nuestra frutería – verdulería, un espacio que nos gustaría que lo sintierais como vuestro y que lo disfrutarais cada vez que os acerquéis. En Las Comadres no sólo queremos ofreceros productos de gran calidad, a buen precio; sino que nos gustaría aprender, intercambiar saberes y convertir nuestro local en un espacio de encuentro en el barrio.