Pocos días después de iniciado el curso escolar en septiembre, muchas docentes interinas de colegios e institutos de la provincia de Cádiz recibieron un mensaje en sus teléfonos móviles donde se les comunicaba el cese de su baja por incapacidad temporal. Más de treinta mujeres han tenido que incorporarse a su vacante en la provincia sin ningún tipo de revisión médica ni de interés por su salud, a pesar de haber obtenido la incapacidad temporal por su médicx de cabecera. Esto también ha ocurrido en Málaga, Jaén y Córdoba, pero el número de casos ha sido mucho menor. Según nos cuenta Gabriel Muñoz de USTEA (Unión de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores en Andalucía), afortunadamente, «a día de hoy muchos de los casos se han revertido y estamos buscando responsabilidades».
Ante la obligación del alta forzosa, muchas afectadas han recurrido, aunque no por ello han podido quedarse en casa. Muñoz afirma que
lo peor es que no se han considerado los síntomas derivados del embarazo, como la ciática o cualquier otro tipo de dolencia, ni de las madres ni de sus bebés. A pesar del diagnóstico, el servicio de inspección avisa por mensaje de texto del alta sin haber revisado el caso. Entonces, la docente tiene dos opciones: o se incorpora o la echan de la bolsa, por eso no le queda otra que incorporarse, aunque le pueda repercutir a su salud o a la de la criatura. Las docentes interinas están en una situación de mucha vulnerabilidad porque sus derechos no valen lo mismo que los de las otras funcionarias. El personal interino está mal en general pero, en concreto, la situación de las mujeres es mucho peor. Las embarazadas no pueden vivir su embarazo con normalidad, con todos sus derechos laborales. Incluso hay casos en los que no se generan los permisos de maternidad: dependiendo del tiempo que hayan trabajado, les corresponderán más o menos días. Por ejemplo, si una profesora da a luz a final de curso y no le dan vacante en el curso siguiente, se queda en el paro, y entonces el permiso se parte y se pierde.
Celia Albusac ha sido una de las afectadas por las altas masivas de profesoras interinas en Cádiz. A pesar de que su embarazo ha sido diagnosticado por su médica de cabecera como de «alto riesgo» y ha presentado los informes pertinentes, la inspección médica le ha transmitido que el motivo de su baja es fraudulento porque no contaban con esos informes. Desde entonces, ha presentado más documentos de diferentes profesionales que corroboran su situación, pero ninguno se ha considerado válido para conseguir la baja aun siendo, como indican los informes, «gestante de alto riesgo y con amenaza de aborto». Durante todo este tiempo ha estado de permiso sin sueldo y, a día de la escritura de esta pieza informativa, continúa a la espera de que consideren válido el último informe que ha presentado, donde se especifica que su diagnóstico precisa baja laboral.
Aunque no es raro que con el comienzo de curso se den de alta a personas sin revisar su estado de salud, es la primera vez que se dan tantos casos al mismo tiempo. Albusac nos cuenta que
en dos semanas nos dieron a todas el alta por mensaje. Si al menos nos hubieran llamado, nos hubieran visto o nos hubieran pedido informes… pero fue sin pedirnos nada, solo que en tres días teníamos que estar incorporadas. Esto no puede ser. Además, si no nos incorporamos perdemos la plaza. En algunos casos, a algunas les han vuelto a aceptar la baja pero los días que estuvieron trabajando ahora no cuentan como que han estado dadas de alta.
Ante el sistema laboral abusivo, el sistema capitalista opresivo y el sistema heteropatriarcal asesino en el que vivimos (considérense los adjetivos calificativos como intercambiables y válidos para los tres sistemas), parece que todo encaja: los derechos de las mujeres trabajadoras embarazadas en régimen de interinidad precaria vulnerados nada importan; la vida y la salud de las mujeres embarazadas y de sus criaturas descuidadas nada importan. Este hecho es un ejemplo, un reflejo de las arduas e invisibilizadas luchas y cargas cotidianas de las mujeres por seguir adelante a pesar de… (no nos quedan caracteres para la retahíla, seguro que se te ocurren un porrón de ejemplos).